El alcohol y la juventud

En las últimas semanas, las noticias estuvieron relacionadas con el excesivo consumo de alcohol; el caso que más consternó a la población fue lo sucedido frente a la plaza Bolivia, en pleno centro de la ciudad de La Paz, donde un joven de 29 años fue asesinado brutalmente a golpes, suceso que se produjo en la madrugada de un lunes.

La policía logró capturar oportunamente a los ocho involucrados -cinco varones y tres mujeres-, que en el momento de su aprehensión se tornaron violentos, emitieron palabras soeces y desconocieron el hecho. Pero gracias a la grabación de un video de personas que estuvieron cerca del incidente, se logró identificar y posteriormente sirvió como prueba del hecho delictivo.

Los detalles del hecho indicaban que los agresores estaban en estado de ebriedad, pero más allá de eso, lo preocupante está en el comportamiento de nuestra juventud y el consumo desmedido de bebidas alcohólicas, en un día que para muchos es laborable y en un horario poco usual, sin descartar la calidad de las bebidas alcohólicas y el descontrol total, para provocar la muerte de un ciudadano.

A partir de lo sucedido, vienen los arrepentimientos y varios interrogantes de cómo están educando los padres a sus hijos, que en muchos casos se encuentran desorientados a la hora de impartir disciplina en sus familias y saber imponer normas y limites en los jóvenes y adolescentes.

Hoy se puede apreciar que los hijos se están viendo sin normas de conducta que los orienten a encontrar referentes, sin límites a sus acciones. En algunos casos se ven envueltos en situación de riesgo (adolescentes desde los 12 hasta los 21 años), retornando a sus hogares a altísimas horas de la noche, sin control y exigencia de responsabilidades por parte de sus padres, además del consumo de sustancias controladas y/o alcohol.

Lo psicólogos establecen que: “Lo ideal sería no adoptar un único rol en cuanto a estilo educativo, si no que ambos padres sean capaces de moverse, de forma unida y coordinada, por los diferentes roles y estilos educativos según la circunstancia. Por ejemplo, el padre o madre debería adoptar un rol más permisivo o autoritario según lo requiera la circunstancia. Las normas son importantes a la hora de educar a nuestros hijos”.

Por ello es muy necesario hablar de una responsabilidad parental, ya que los padres tienen el deber de educar y a la vez de proteger a sus hijos.

Habiendo establecido una serie de normas y determinado claramente los límites, los padres de familia con seguridad contarán con valiosas herramientas que coadyuvarán en el ejercicio de la complicada tarea de ser padres y educar a nuestros hijos de forma adecuada y saludable.

Las normas de conducta regulan el comportamiento de las personas; en un sentido más estricto y familiar, son pautas que señalan a los hijos lo permitido y prohibido, es decir lo que debe y no debe hacer, generando de esta manera un marco de referencia que le proporciona seguridad y confianza. Las formas de aplicar las normas definen el tipo de familia y el estilo educativo de los padres, lo cual será fundamental para la formación de la estructura y la escala de valores de los hijos cuando sean más mayores.

Los valores son principios y convicciones profundas de los seres humanos, que determinan su manera de ser y orientan su conducta en cualquier ámbito de su vida.

Una actitud es una disposición a actuar de acuerdo con determinadas creencias, sentimientos y valores.

Se tiene que recordar que la educación viene de la casa, la formación está a cargo de los profesores en el aula de los establecimientos educativos. Es mejor prevenir hoy, que lamentar mañana.