Con la esperanza puesta en el 2018

Salud, dinero y amor son los deseos que se repiten durante todos los últimos días del año y en esta Noche Vieja del 2017, no será diferente.

Teniendo como denominador común los rituales para esperar la llegada del Año Nuevo, en todo el mundo prima la esperanza, dejando de lado las dificultades o penurias que se vivió en la gestión que concluye.

En Bolivia, la festividad se realizará en medio de amenazas por conflictos sociales; sin embargo, la población no deja de creer y realizar tradiciones como el paseo con maletas, subir gradas, estrenar ropa interior de colores, comer carne de cerdo; entre otros rituales que van desde lo más sencillo, hasta lo más insólito.

La sociedad boliviana que se caracteriza por la creencia y respeto al legado dejado por nuestros antecesores; también entremezcla lo propio con lo que inevitablemente se recibe de otras esferas culturales, producto del intercambio comunicacional y la interculturalidad, en estos años más fuerte que nunca, debido al avance de la tecnología y en especial por la rutinaria utilización de las redes sociales.

Empero, el inicio de un año siempre llega cargado de esperanzas de superación e intenciones de accionares propositivos, tanto en el campo personal, familiar o laboral.

Aunque proyecciones no lo hacen ver al 2018 como el año más venturoso en el ámbito económico, ambiental y político tanto a nivel local como mundial; es menester esperarlo con mucho positivismo y fe en días mejores.