Emblemático Bergantín “María Luisa”

El escritor español Baldomero Menéndez en su obra: ‘Manual de Geografía y Estadística del Alto Perú o Bolivia’, indica que para mediados del Siglo XIX la ‘marina militar’ de nuestro país estaba constituida por dos o tres lanchas en Cobija o Puerto Lamar, aunque no precisa el nombre de los mismos y sus características, podemos considerar que eran embarcaciones de poco calado.

Si bien el Estado Boliviano no dedicó suficiente atención a la creación de la infraestructura necesaria para asegurar el crecimiento, abastecimiento y defensa de Cobija, con el descubrimiento de las minas de plata en Caracoles en 1870 y el crecimiento de los puertos de Mejillones y Antofagasta, el presidente Adolfo Ballivián (1873-1874) solicitó al Congreso la aprobación de un empréstito para comprar tres barcos de guerra, para resguardar las costas del Litoral. Lamentablemente, el Congreso le negó la solicitud. Más adelante, el prefecto de Cobija en nombre del Estado adjudicó ad referéndum la Barca ‘María Luisa’.

Aunque se desconoce la fecha de botadura de dicha embarcación, la primera vez que aparece documentada en la historia de Bolivia, fue cuando la nave estuvo implicada en la expedición golpista dirigida por el melgarejista Quintín Quevedo en Antofagasta (La Chimba), en agosto de 1872.

Examinando la Resolución emitida el 2 de octubre de 1873, revela que cuando se la adquirió se hallaba, “en mal estado y en peligro de destruirse completamente por falta de anclas y cadenas y de otros útiles precisos: que su reparación y conservación demandarían erogaciones crecidas, que la deficiencia del Tesoro no permite realizar: que por otra parte, no puede ella aun reparada, prestar un servicio útil al Litoral”. De esta manera, el bergantín ‘María Luisa’ fue adquirido a 1.500 bolivianos, cuando la cotización era de 2.500 bolivianos.

Según el destacado investigador Gastón Velasco, el bergantín ‘María Luisa’, de 240 toneladas, era de tres palos mayores y velas cuadradas. Ondeó la tricolor boliviana hasta que naufragó en la entrada del puerto chileno de Constitución, el 10 de septiembre de 1875.