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Opinión de economistas

Crecimiento de 7% ayudaría a mitigar pobreza en Bolivia

Dos prestigiosos economistas creen factible alcanzar mayores niveles de crecimiento que permitirían mitigar la extrema pobreza en la que se debaten cerca de dos millones de bolivianos.


Si bien en la última década Bolivia registró un crecimiento económico importante, debido al aumento de los precios de las materias primas, en el último quinquenio la situación cambio, y los ingresos se redujeron considerablemente, lo que afectó la redistribución de recursos, y provocó que la pobreza aumente en el país.

El economista Ernesto Bernal presentó recientemente un trabajo sobre el ciclo económico en Bolivia, la pobreza y su relación con las variaciones del crecimiento económico. En sus consideraciones el economista orureño utilizo el coeficiente de Gini que mide precisamente la desigualdad de una distribución. Un valor asignado con 0 (cero) expresa la igualdad total de la población, mientras que 1, mide la máxima desigualdad.

POBREZA

De acuerdo al trabajo, la incidencia de la pobreza en Bolivia se redujo de 64,7% a 36,4% entre 1999 y 2017. De la misma manera, entre estos dos periodos, la extrema pobreza también disminuyó de 43% a 17,1%. La disminución de la pobreza responde en un 64,7% al efecto crecimiento y en un 35,3% al efecto redistribución, señala el documento de Bernal.

Afirma que se puede mejorar la distribución del ingreso (Coeficiente de Gini a 0.38), con un crecimiento sostenido real del PIB de 7%, y se lograría eliminar la extrema pobreza en Bolivia. Esta semana el gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (Ibce) Gary Rodríguez dijo que Bolivia debe retomar la senda de los superávits comerciales y perfiló la posibilidad de alcanzar crecimientos no menores a 7 por ciento del producto económico, siempre y cuando el Gobierno abra la inversión privada con seguridad jurídica y reglas claras de juego.

MATERIAS PRIMAS

El alza del precio de las materias primas en los mercados internacionales favoreció a Bolivia que recibió altos ingresos, como consecuencia del incremento del valor bruto de la producción, como lo señalara el exministro de Finanzas, Flavio Machicado.

Según Bernal este escenario permitió redistribuir los recursos a las instancias subnacionales (gobernaciones y municipios) así como a las universidades; y también hizo posible financiar los denominados bonos sociales.

El economista José Gabriel Espinoza dijo que el crecimiento económico se debió en gran parte al auge del precio de las materias primas, sin embargo, una vez que disminuyó las cotizaciones, el Producto Interno Bruto (PIB) ingresó a una desaceleración hasta el 2017.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) apreció como muy alta la dependencia de la mayoría de los países de la región de las materias primas, por lo que recomendó diversificar su base productiva.

POBREZA

El precio de las materias primas en el mercado internacional ha provocado un aumento de la pobreza en Bolivia y en otros países de la región dependientes de exportaciones extractivas, según un informe del Banco Mundial, La pobreza y la prosperidad compartida 2018: Armando el rompecabezas de la pobreza, divulgado en octubre pasado.

En 2013, Bolivia registró 38,9 por ciento de pobreza respecto de su población y tres años después ese indicador subió a 39,5 por ciento. El documento analiza la situación de los países y sus esfuerzos por reducir la pobreza, y muestra nuevos indicadores para medir la pobreza.

El período analizado coincide con los años de desaceleración de la economía boliviana que registró desde el 2014 a 2017, cuando el crecimiento se redujo de 6.8 a 4,2 por ciento del Producto Interno Bruto, (PIB) en el último año.

Además en ese informe planteó una nueva forma de medir la pobreza, no sólo en términos monetarios sino también en servicios. Como dato señala que en una muestra de 119 países para los años alrededor de 2013, sólo 1 de cada 10 personas era pobre en términos monetarios pero ocho de cada nueve también sufrían carencias en por lo menos otra dimensión, y no tenían acceso a alimentos, agua o servicios de infraestructura básica.

La nueva forma de medir la pobreza muestra que la misma podría ser más generalizada y estar más arraigada de lo que se pensaba hasta el presente.

EMPLEO

El gerente General del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, en una evaluación de fin de gestión, dijo que es vital para la economía nacional diversificar la oferta exportadora y analizar la importación, con el objetivo de crecer a un 7 por ciento, y dejar de depender de los precios de las materias primas, que un día está en alza y otra en bajada.

También el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Marco Antonio Salinas, en su evaluación final, señaló que el Gobierno debe cambiar de actitud, y no implementar medidas como el doble aguinaldo, para aumentar las inversiones privadas, tanto nacionales como internacionales.

Por otra parte, si bien la pobreza se redujo considerablemente en términos generales entre 2007 y 2015, en los últimos dos años (2014 y 2015) el número de pobres es mayor en las área

urbanas que en las rurales, y con tendencia creciente, principalmente por la migración campo–ciudad, señaló el periodista Alejandro Zegada, en una reciente publicación en el portal paísonline.

“La imagen tradicional de la población boliviana en situación de pobreza tenía rostro rural, pero en la última década este cuadro ha ido cambiando”, señala un reciente informe de Jubileo.

Aunque en términos de porcentaje, el 55% de la población rural aún está en esa situación de pobreza (mientras que en las zonas urbanas la cifra llega al 31%), la cantidad de personas pobres en las ciudades es mayor, pues se estima que hay más de 2,3 millones de personas pobres urbanas, con lo que “se puede inferir que en el área urbana se han incrementado 81.112 personas pobres”.

 
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