Decorar la jaula no te hace libre

La dependencia emocional es un vínculo tóxico que genera sufrimiento y pérdida de la autoestima. Sentir que elegimos al otro cada día es maravilloso. Cuando nos levantamos cada mañana miramos a nuestra pareja y lo eliges por varios motivos; porque aporta a tu vida, suma con actitudes, acciones, afecto, valoración, alegría, compañerismo, etc. Otra muy distinta es sentir que estás con esta persona porque te aterra la idea de la soledad, porque crees que no vas a poder salir adelante solo, ni serás capaz de seguir con tu vida. Te sientes vacío e inútil, ya no hay un sentido o propósito de vida.

Hay que diferenciar entre necesitar y elegir. Elegir es sentir libertad, tener el poder y control de tu vida, sentir paz y no el miedo al abandono, pues te amas lo suficiente para estar en tu compañía.

Necesitar es quedarse atrapado, ser dependiente, es como requerir una droga, pero esta vez necesito a mi pareja para encontrar felicidad.

Aprender a estar solo contigo es un acto de amor propio, depende de cómo ocupas tu tiempo para no sentir soledad. Debes ocupar tu mente en las situaciones que aportan bienestar, como: compartir en familia, con amigos, hacer deporte, tomar contacto con la naturaleza, todo lo que suma y te hace feliz.

El amor surge de la admiración, compromiso, intimidad, honestidad, respeto, confianza, de forma recíproca, de no ser así aparecerían tarde o temprano los problemas.

Cada relación es diferente; a veces se discute más frecuentemente, en otras no tanto, pero no tendrían que alejarnos nuestras diferencias, sino entender y aprender las lecciones y obstáculos que se presenten.

Un pájaro vuela libre cuando se da cuenta que salió de la jaula que le impedía sentir la naturaleza y la vida misma. Algunos piensan que la jaula es su pequeño espacio de alegría o comodidad, una fantasía de su mente porque no conocen más y es todo lo que tienen. Pero aunque decoremos la jaula, jamás serás libre.

La autora es Psicóloga Terapeuta.

marielabaldiviesolema@gmail.com