Rememorando a Jorge Hugo Revilla Dorado en el tercer mes de su fallecimiento

ijo mío: Pedazo de mi corazón, sangre de mi sangre, fue el amanecer del sábado 6 de Noviembre 2011 que iniciaste tu viaje sin retorno. Un doloroso alba que hace muchos años vivió y le inspiró al destacado Poeta Paceño Don Franz Tamayo, escritor. La siguiente Elegía ante la muerte de su Hijo Guy Gonzalo, al decir:

“En torres de cristal

campanas de Oro,

Respiraron al Alba de tu muerte

En estuarios de luz el sol su lloro”.

Sentida Elegía que hoy engalana esta crónica en la cual rememoro etapas importantes en la vida de mi hijo Jorge Hugo, nacido en la ciudad de Oruro el año 1956 tuvo una infancia feliz, cuando tenía 5 años fuimos a radicar al Sud del País, la Empresa Minera Quechisla de la Corporación Minera COMIBOL, por el trabajo de mi esposo el que en vida fue destacado Dr. DAEM Hugo Revilla Valenzuela, Asesor Legal y Gerente de Relaciones Industriales. Jorge Hugo cursó el Ciclo Primario en la escuelita de Quechisla donde fue muy apreciado por sus maestras y compañeritos de estudio, por su sencillez, cumplimiento y cariño por sus amigos a quienes nunca discriminó ya que durante 6 años compartió con ellos amigablemente. Pasados los años por el cambio de mi esposo residimos en La Paz, mi esposo ya como Asesor Legal Nacional de COMIBOL, Jorge Hugo realizó sus estudios de Secundaria en el Colegio La Salle y su hermanito José Luis inició sus estudios primarios en el Colegio “San Calixto”. Jorge Hugo se destacó en su juventud al Organizar como Presidente de Rotarac de Rotary La Paz Decano del rotarismo en Bolivia al organizar con Doña María Balsa de Loza, Presidenta de la Asociación de Descendientes de la Guerra del Pacífico, la exposición de Reliquias, medallas y pertenencias de los Héroes del Pacífico, exposición muy visitada en la Sede Rotaria, al conmemorar el Centenario de la pérdida del Litoral. La designación de mi esposo como representante de la Corporación Minera de Bolivia en Bonn República de Alemania Federal nos brindó la grata oportunidad de residir 4 años en la capital germana. Jorge Hugo ya desposado con la damita Orureña Elizabeth Navarro Oviedo, continuó con sus estudios

en la Universidad de Bonn hasta recibir el título de Técnico en Administración de Empresas y Comercio Exterior, en esa etapa nació su primogénito Juan Pablo. Mi hijo José Luis obtuvo su título de Bachillerato alemán. Para poner en práctica sus conocimientos profesionales Jorge Hugo en esa etapa realizó trabajo Ad-Honorem en la prestigiosa Empresa Alemana Lufthansa en la Oficina Central en Colonia como hijo de Diplomático no podía percibir sueldo. Mi hijo me contaba que en la Oficina donde desempeñaba funciones, era frecuentemente visitado por funcionarios de esta Empresa, que iban a conocer al boliviano que realizaba un trabajo tan arduo, con horario de 7 de la mañana a 6 de la tarde sin percibir ni un Fénix. Luego de 1 año de trabajo ya muy cerca de nuestro retorno a Bolivia, Jorge Hugo fue cariñosamente agasajado por sus compañeros de trabajo, recibiendo de parte de los Ejecutivos de Lufthansa un Certificado donde elegían su desempeño como “altamente calificado”. De esta manera mi querido hijo representó dignamente a la Juventud Profesional Boliviana, con cumplimiento, capacidad y gran calidad humana. Ya de retorno a La Paz, trabajó varios años en los Bancos Agrícola y Potosí, los que lamentablemente fueron liquidados. En esta etapa nació en La Paz su segunda hijita Valeria llenando la alegría de su hogar. Hijo mío hoy he vuelto a ingresar a tu recámara, la habitación que más preferías donde te distraías con películas televisivas, leyendo tus libros y revistas preferidos, o sacando el Solitario de naipes, o en largos juegos de ajedrez con tu estimado amigo Alex. El destino te hizo un Jaque Mate y cortó tu existencia, tus sueños y proyectos negándote la alegría de ver prolongarse tu descendencia. Hoy hijo mío ¿en qué tablero de nubes juegas otra partida de ajedrez con un Ángel amigo? Duerme en Paz Hijo querido que tus familiares y amistades que en vida te apreciaron velaremos tu sueño, regando con nuestro llanto, las flores de la Siempre Viva, de tu Tumba. Que Dios te tenga en su Santo Reino.

Elsa Dorado de Revilla