La caída del Imperio Morales

Waldo E. Oblitas Fernández

Desde la asunción al poder de la administración Morales, especialmente en los dos últimos años, el país esta observando con azoro cómo se está despedazando la democracia, el estado de derecho, la libertad de prensa y es constante la violación a la Constitución Plurinacional, que de tal tiene muy poco, pues fue parida con sangre, al sabor y antojo del partido de Gobierno, que para este funesto plan ha utilizado las más duras metodologías de represión contra quienes piensan distinto, sin importar que los disidentes sean hasta de su propio cuño, como los indígenas, a quienes se los maltrató peor que en la época del pongueaje y esclavitud, aunque éstos precisamente lo han catapultado a la primera magistratura, en una suerte de nunca visto mal agradecimiento social y político.

Es que este Gobierno para sojuzgar a la disidencia política y social, en especial a las autoridades precisamente electas por el pueblo mediante el sufragio, ha tenido que utilizar la burda maniobra política de los grandes dictadores de la historia, como Hitler, Mussolini, Pinochet, traducida en la toma del poder total del Estado.

Al tener a su merced a parlamentarios y jueces (nombrados contra la voluntad popular en un plebiscito cuestionado, peor aun si la negativa popular ha rebasado a quienes han sufragado con los ojos cerrados), ni qué hablar del Ministerio Público, Contraloría y otras instituciones, que también las ha copado mediante estas maniobras extra lege, puede nomás neutralizar cualquier acto de protesta social o de reclamo de derechos violentados, porque el primer ciudadano del país es el primer transgresor de la Carta Constitucional y de las leyes de la República.

Todo este nefasto accionar político social tiene como fuente el más descalificado asesoramiento político de elementos ajenos al partido de gobierno y su líder, que en lugar de levantar su imagen, la ha ensombrecido a tal punto que de presentarse en una nueva elección hoy, ocuparía un lugar subalterno en el tablero electoral.

Es que para desgracia de esta administración e indirectamente para desgracia nacional, porque en poco tiempo tendremos los funestos resultados de esta gestión, el Gobierno de turno no ha tenido la sabiduría de escoger a los mejores y notorios ciudadanos para que con su experiencia patriótica contribuyan al tan decantado gobierno del cambio. Se ha repetido lo sucedido en anteriores gestiones neoliberales, porque no se ha gobernado para todos los bolivianos, peor para los más necesitados que rebasan los 4 millones de ciudadanos que están pasando hambre y dolor, como los marchistas enfermos en sillas de ruedas que se han visto obligados a recorrer centenas de kilómetros, mostrando al mundo que fueron tratados con soberbia e indolencia, nunca antes vistos en una nación “democrática”, ni siquiera aplicados en dictaduras pasadas.

Y es que este asunto de extrema justicia social debió ser atendido el mismo día de anunciado el conflicto, pero valió más la tozudez, la soberbia y la ineptitud del Gobierno para que este asunto nacional tenga relevancia mundial y al igual que con los marchistas del TIPNIS, ceder ante un reclamo social legítimo, respaldado nada menos que por la norma constitucional.

El pueblo inteligente se pregunta, ¿como es posible que un Gobierno que prometió gobernar para los desposeídos les dé palo en lugar de pan y tenga el cinismo de comprar un satélite en más de 300 millones de dólares, avión de lujo (que no sabemos si funciona o está en el país) que usan solamente los magnates árabes. ¿Dónde se ha visto que un líder popular utilice hoteles de cinco estrellas y se vista con ropa neoliberal?

El Gobierno con esa consuetudinaria metodología de dejar pasar el conflicto y no cortarlo a tiempo, está consiguiendo desarticular la unidad nacional y está confrontando al pueblo. No otra cosa representa el haber dejado transcurrir mucho tiempo el actual conflicto entre Tarija y Chuquisaca, lo que determinará que si no se lo soluciona, pronto tendremos una verdadera confrontación entre estos departamentos y Dios no permita que esté bañada de sangre.

Al respecto es preciso rememorar la guerra civil del año 1899, cuando hermanos chuquisaqueños y, sobre todo, paceños, se enfrentaron bélicamente por haberse determinado el traslado de la sede de Gobierno a La Paz, con saldo de miles de muertes de bolivianos.

Hoy los intereses económicos regionales son más fuertes y si se deja avanzar más este inmotivado conflicto, que con un poco de sabiduría e inteligencia (ausente en el Gobierno) se podría solucionar, inexorablemente tendremos días de mucho luto.

Es tiempo para evitar esta casi inevitable confrontación y para ello, así sea por única vez, este Gobierno debe actuar con humildad, desterrar el odio, dejar la soberbia y dictar in actum una amnistía política irrestricta, para procurar reunificar a la familia boliviana.

Juzgue el pueblo

waldooblitas@mixmail.com

TITULARES

 
Revistas

Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender
la libertad y la justicia.
Reinició sus ediciones el primero de septiembre de 1971.

EL DIARIO
Decano de la Prensa Nacional
Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa y la Asociación Nacional de Prensa.

Dirección:

Antonio Carrasco Guzmán
Presidente del Consejo de Administración

Jorge Carrasco Guzmán
Gerente General

Consejo de Administración:

Juan Carlos Quiroga
Vicepresidente

Miguel Lazo de la Vega
Jorge Romecín
Roberto Nielsen reyes
Omar Eid

Rodrigo Ticona Espinoza
Jefe de Redacción

"La prensa hace luz en las tinieblas
y todo cuanto existe de progreso en el mundo
se debe a su inagotable labor"...

JOSÉ CARRASCO


Publicidad
Portada de HOY

JPG (763 Kb)      |       PDF (202 Kb)



Caricatura


Sociales

CRUCEÑOS DISFRUTARON DE SU SEGUNDA ‘PRECA’

La reina del Carnaval Cruceño, Davinia Fernández, lució estupenda a su paso por calles y avenidas de la capital oriental.

“ZETA” CELEBRÓ SU QUINTO ANIVERSARIO

Luis Soruco, ‘Negro’ Limpias, la directora de Promociones Gloria, Gloria Limpias, Ana María Lucca y Daniel Durán.

CUMPLEAÑOS

El agasajado rodeado por su esposa, hijos y nietos.