La caravana de los 84 sigue su marcha

El grupo de personas con discapacidad especial se encuentra en Patacamaya; llevan 90 días de marcha y piensan llegar a La Paz 2l 24 de este mes.

Adelante va un minibús pequeño que lleva el compás de la marcha, con música incluida, y atrás el carro que cedió el Cuerpo de Bomberos para proteger al grupo. Son 84 personas las que siguen en la marcha, de ellos 54 van en silla de ruedas y 30 personas cumplen la función de apoyo.

Las personas con capacidades especiales pasan los días más duros de su marcha, porque en el altiplano rinde un examen duro el cuerpo más curtido. Ayer El Diario pasó media jornada con ellos para que cuenten esta odisea que para ellos es razón de vida. Piden 3.000 bolivianos anuales para las personas con discapacidad muy grave y grave y se sienten engañados, por algunas promesas incumplidas y por la indolencia de quienes les cerraron las puertas.

Los encontramos en Lahuachaca a 123 kilómetros de La Paz y la meta de este martes era Patacamaya, donde otro grupo debe engrosar sus filas, para llegar fortificados a la sede de Gobierno, apenas pase el carnaval.

Carlos Mariaca, el secretario Ejecutivo de esta entidad recuerda que este 15 de febrero se cumple tres meses desde el día que partieron en Trinidad. Entonces eran 17 personas y pronto se fueron integrando otros. Lo que sí se advierte es el rasgo multinacional, porque en el grupo hay cambas, collas, chapacos, chaqueños, trinitarios y más.

Llegamos a Santa Cruz con 92, de ese punto partimos 130 personas y llegamos a Cochabamba 92 y partimos con 120 compañeros. Este es el tramo más duro y por razones de salud hubo deserciones, en este momento somos 84”, dice Mariaca quien cambia el tono de voz y cierra el nudo en la garganta que le ahoga en un momento para decir: “La caravana registró una víctima, se trata de un niño de siete años de edad de nombre Sebastián Pacha que ahora se convierte en un símbolo de nuestra lucha. Era el bastón de su madre, el niño que alimentaba a su madre y le ayudaba a cuidar a su hermanita. Era un niño que dignifica al hijo de una persona con discapacidad y este será nuestro homenaje. Este niño nos ha enseñado, en su breve paso por este mundo, que hay solidaridad”.

Entre los dos coches que custodian la marcha van amarrados uno a uno los que componen la caravana, a veces ensayan una canción, en otro momento avanzan en silencio. Cuando viene el viento acuden a la ropa de abrigo y si la lluvia llega intempestivamente apuran la marcha en busca de un lugar de abrigo, que no siempre se lo brindan quienes les cierran las puertas.

Un centenar de personas dejaron la caravana porque no tenían más resto físico o porque el médico les aconsejó evitar hacer más más esfuerzos, porque comprometían seriamente su salud.

Mariaca acude al tono más enfático de voz cuando se refiere a las trabas que pone el Ministerio de Gobierno para que la caravana no avance más. “En la comunidad de Vila Vila nos dijeron, tenemos órdenes del Ministerio de Gobierno para no darles ningún tipo de apoyo, porque están en contra del Gobierno. Eso no es verdad; nosotros estamos en favor de una Ley. Esto también paso en las comunidades de Lahuachaca, Panduro y Sica Sica, donde no quisieron darnos un lugar para dormir y descansar. En Lahuachaca teníamos que quedarnos a descansar, pero no pudimos porque no nos permitieron y por eso avanzamos hasta Sica Sica”.

Los que están en el grupo admiten que están desgastados porque el esfuerzo ha sido supremo, superando incluso las propias posibilidades. Cada asistencia que reciben, cada apoyo es para ellos un alimento espiritual que les permite seguir adelante.

La olla común se ha convertido en la oportunidad para compartir y agradecer al Supremo por el pan de cada día. “Todo esto es posible por la solidaridad de las personas por los pueblos que pasamos”, dice Mariaca.

En el momento de partir de Lahuachaca, los marchistas recibieron el apoyo de cinco policías de tránsito y de la unida de Bombero que también desplazó una ambulancia para proteger a la caravana en la carretera Oruro – La Paz. En un momento y cuando la carretera se hacía cada vez más empinada los integrantes de la caravana se sujetaron todos a una soga para luego ser remolcados por el vehículo de apoyo que los acompaña y que transporta las vituallas, carpas, alimentos y ollas.

La caravana pasó por Bombeo, Laguachaca, Sica Sica, Jatuquira, y llegó con las primeras sombras a Patacamaya a 101 kilómetros de La Paz donde se quedarán dos días (miércoles y jueves), para reparar las sillas de ruedas y permitir el descanso y la reposición de fuerzas de los marchistas. Resta todavía los tramos de Viscachani, Hayhuayco, El Tolar, Kalamarca,San Antonio, Pocota Villa Remedios y Achica Arriba en El Alto). Mariaca dijo que piensa llegar a La Paz entre el 23 ó 24 de febrero pasado el carnaval. (Rolando Flores, enviado de EL DIARIO)

LA ENTREVISTA

“Que el Presidente nos dé una respuesta”

Carlos Mariaca sabe que los kilómetros que faltan recorrer son duros. Están en el coliseo de Patacamaya donde preparan la estrategia final. Han pasado por diversos exámenes rigorosos y saben que se juegan su carta final.

¿Que es lo que piden?

Lo que pedimos es que esos 40 millones que eran destinados a los partidos políticos sean administrados por los discapacitados y fortalecer ese fondo con recursos del SOAT, regalías de los hidrocarburos y la Ley de Participación Popular y los impuestos a las bebidas y dar un bono digno a las personas con discapacidad.

¿Que harán cuando lleguen a La Paz?

Plantearemos que ahora sea el Presidente Evo Morales que nos escuche, basta que envíe ministros o interlocutores que no dicen la verdad, queremos que el Presidente nos reciba y nos dé una respuesta. De no ser así, la caravana tomará decisiones radicales y declarará la huelga de hambre masiva.

¿Por qué rompieron el diálogo con el Gobierno?

Nosotros aceptamos el bono transitorio de 1.000 bolivianos por sólo un año, el decreto es sólo por un año y que a partir del 2013 la Ley de Trato Preferente tenía que garantizar el pago de un bono anual de 3.000 bolivianos. Cuando no quisieron incorporar la garantía para el pago de ese bono en la Ley nosotros rompimos el diálogo.

No podemos quedarnos en una Ley Transitoria que sólo es por un año, eso es tomar el pelo a la población y jugar con el sentimiento de las personas con discapacidad.