Marchas y contramarchas en el centro de la urbe paceña

Sectores movilizados apoyaron el reclamo del sector salud y rechazaron el decreto 1126, además demandaron al Gobierno atender la propuesta salarial de la COB.


Las calles y avenidas del centro paceño fueron sacudidas por la explosión de dinamita, lo que provocó zozobra entre las personas que transitaba por esos lugares.

El segundo día de paro decretado por la Central Obrera Boliviana hizo sentir sus efectos a la población paceña que, a fuerza de dinamitazos y petardos, sabe que es parte de su agitado día el hecho de soportar estas actitudes, además de tener que caminar varias cuadras antes de llegar a su trabajo o destino.

Los sectores movilizados apoyaron el reclamo del sector de salud y en contra del Decreto Supremo 1126 que amplió la jornada laboral de los médicos a ocho horas y la petición de ser atendidos en la demanda salarial propuesta por la COB.

Desde las 6:00, fabriles y mineros iniciaron sus medidas programadas por el Comité Ejecutivo Nacional del ente matriz, con la realización de bloqueos en la avenida Montes a la altura de la Cervecería Boliviana Nacional.

Dos horas más tarde se encaminaron rumbo a la Plaza Murillo para protagonizar una masiva marcha de protesta, entre los que reclamaban se encontraban el Magisterio Urbano, la Caja de Salud de Corporaciones de Desarrollo, los trabajadores de la Caja Nacional de Salud y los trabajadores administrativos de la UPEA.

Mientras la Federación Nacional de Trabajadores Mineros, se dirigió a bloquear la avenida Mariscal Santa Cruz y a su paso hicieron explotar dinamitas que provocaron el disgusto de los circunstantes, principalmente ancianos y niños.

“Ya estamos cansados que el Gobierno no atienda las demandas de los trabajadores y no trabaje en favor de los trabajadores; éste es el segundo paso de movilización y en caso de no tener una respuesta favorable al tema salarial y la incorporación general del trabajo al sector salud, ingresaremos a una huelga general indefinida”, advirtió el secretario ejecutivo de la COB, Juan Carlos Trujilo, mientras procedía al bloqueo junto a los mineros en la calle Loayza.

Entre tanto, los profesionales en salud y estudiantes de la Facultad de Medicina de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), también llegaron al centro paceño en rechazo al Decreto Supremo 1126.

La zona de Miraflores también sintió los efectos de los reclamos, porque un grupo de manifestantes llegó hasta aquel sector provocando el caos en el movimiento vehicular.

Por otro lado, un tercer grupo integrado por médicos y juntas vecinales, afines al partido de Gobierno, llegaron hasta la Pérez Velasco, exigiendo que se aplique de inmediato las ocho horas diarias, pidiendo al Ministerio de Salud la contratación inmediata de otros profesionales en salud para los centros hospitalarios del sistema público.

“Nosotros estamos defendiendo las ocho horas de trabajo que establece en el Decreto Supremo 1126, para una mejor salud de toda la población. Estamos en contra del paro de los servicios de salud. Existen otras medidas para exigir nuestras demandas, pero no se puede dejar de atender la salud del pueblo en un país mísero. Esto es un atentado” protestó el representante de la Sociedad de Profesionales por el Derecho a la Salud y el Fortalecimiento de Servicios, René Alarcón.

 
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