El majestuoso Illimani

Uno de los nevados más impresionantes por su majestuosidad en esta parte de América sin duda es el Illimani, a cuyo pie se en-cuentra la floreciente ciudad de La Paz. Alcanza una altura en su pico más alto, los 6.480 msnm. Fue escalado por pri-mera vez, el 19 de mayo de 1877, por los montañistas Charles Winnier de origen francés, el peruano José Ma-ría Ocampo, el barón Jorge de Grumkow y algunos guías in-dígenas.

Durante el ascenso tuvieron que sortear grandes dificulta-des. Montaña arriba a los 4.278 metro dejaron los ani-males de carga para continuar subiendo a pie, porque ya es-taban en los dominios de las nieves eternas. A los 5.400 metros empezaron a sentir la falta de oxígeno y otros tras-tornos como vértigos y ca-lambres. Entonces tuvieron que mascar coca y tomar bastante coñac para superar estos males de la altura.

Con los rostros llenos de escarcha, soportando un viento helado continuaron es-calando, finalmente, tras un esfuerzo sobrehumano logra-ron llegar a la cima del neva-do a las 4.50 pm, cuando el sol empezaba a descender en el horizonte. Plantaron una bandera francesa y bau-tizaron a este pico del Illimani con el nombre de “Pico de París”, fijándose una altura de 6.131 mts.

Poco después de esta ha-zaña, los montañistas inicia-ron el descenso iluminados por la tenue luz de la luna, que esa vez al astro le tocó presenciar este inolvidable acontecimiento. Cuando la no-che había caído completa-mente los intrépidos escala-dores ya se encontraban en un abrigado refugio, la casa de un campesino erigida a 3.440 me-tros. La vuelta triunfal a la ciu-dad de La Paz la realizaron el 21 de mayo. Dicho aconteci-miento fue celebrado con gran algarabía por el pueblo pace-ño y la prensa elogió con gran-des titulares la hazaña em-prendida por estos valientes exploradores.

En septiembre de 1898, el al-pinista inglés Martín Conway, comisionado por la Real So-ciedad Geográfica de Londres, logró escalar a otra de las ci-mas del Illimani, bautizándola con el nombre “Pico del Indio”, por haber hallado en el lugar un pedazo de soga de lana, haciendo suponer que la cima ya había sido visitado por al-gún indígena de las tierras ba-jas. Su altura es de 6.450 me-tros, se encuentra al lado derecho mirando desde la ciu-dad.

La primera mujer que llegó hasta los seis mil metros de altura, fue la alemana conoci-da como la señora Milli, en el año 1950. Años después, en 1967, cuatro sacerdotes jesui-tas celebraron a 5.750 metros de altitud la primera misa reli-giosa en un pequeño espacio plano, entre los eternos neva-dos de este coloso de corona blanca

El Illimani se constituye en el guardián y testigo mudo y silencioso de cuanto ocurre en la ciudad de la Paz. Contem-pla también la evolución pro-gresiva de una ciudad gene-rosa pero combativa en la hora de tomar decisiones.

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