Los mineros cooperativistas que ayer salieron de Potosí, Oruro y Tipuani marchan rumbo a La Paz, mientras los asalariados presionan al Gobierno para que nacionalice las minas de Colquiri y exigen la renuncia del ministro del área, Mario Virreira.
Entre dos fuegos, al Gobierno le faltó tiempo para evitar que la columna de cooperativistas llegue a La Paz y sentar en la misma mesa a los dos bandos, de manera que ahora intentará convencer a estos dos grupos de presión.
Esta disputa tiene como cautivos a los paceños de la ciudad y El Alto, que esperan no tener que hacer largas caminatas, entre estruendos de dinamitas y tampoco verse privados de su libertad de viajar a las provincias o hacia otros departamentos.
“Creemos que el Gobierno hoy se encuentra entre la espada y la pared, pero yo confío en que el Presidente tiene buena intención”, dijo el dirigente de los mineros asalariados, Orlando Gutiérrez.
Por su parte, el secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Trujillo, pidió al Ejecutivo atender las demandas de los mineros sindicalizados para evitar cualquier tipo de confrontación con los cooperativistas mineros.