Nuevo libro realza la cultura y lugares turísticos de Oruro

Oruro, (EL DIARIO).- Un nuevo libro, editado por un consejo editor de expertos contratados por la Gobernación de Oruro, realza la cultura y los lugares turísticos del departamento, con el aporte de 16 personas que se dedican a la investigación y a exponer con propiedad y con pasión una variedad de sitios y hechos que forman parte de las expresiones históricas.

El libro de 120 páginas, con fotografías a todo color y en papel de calidad, fue entregado durante una ceremonia que se realizó en el salón de banderas de la Gobernación, el pasado jueves 4 de octubre, en presencia de autoridades de la unidad de Cultura y Turismo.

La obra incluye temas como “Sonidos, cantos, música en…Oruro”, de Pedro Félix Ramos Choque, o el “Carnaval de Oruro y su originalidad” de Ascanio Nava Rodríguez y una crónica de un recorrido que hizo la Fraternidad Artística y Cultural La Diablada por varios países de Europa, escrito por Rubén Adolfo Pérez Portanda, con el título de “Viva la Bolivie: Diablos sueltos por Europa”.

El trabajo de los investigadores ha sido seleccionado para mostrar una variedad de sitios turísticos, como “la necrópolis de Oruro”, escrito por David Bravo Mendizabal, arquitecto y docente que se ocupó de mostrar la historia orureña entre los años 1900 hasta el 2012, desde una visión arquitectónica, del arte, la sociología, la psicología, la antropología y la cultura de diversas generaciones.

Sin embargo, no solo se expresan las bondades de la necrópolis sino también parte de la historia de Oruro, como la provisión de agua potable para la ciudad, desde un pozo de la zona de Agua de Castilla, en la época de la colonia, pero también menciona otros escenarios funerarios urbanos, como los que existen en Iroco, Quitaya, Chapicollo y el Cementerio Jardín.

Alfredo Flores expone un tema especial como aporte para el Carnaval de Oruro, pero también para seguir las investigaciones sobre “los mascareros: una vida mística”, mientras que Miguel Angel Arancibia Soria concentra su trabajo en la “recuperación de saberes andinos, indicadores naturales del tiempo”.

Juan Arturo Ramos hace una “contribución del conocimiento de los atractivos culturales y naturales orientados al turismo en el departamento de Oruro” y el antropólogo Ricardo Jorge Llanque Ferrufino analiza los elementos históricos de “una región llamada Carangas”, una zona minera del occidente del departamento de Oruro.

Carangas o Jach’a Carangas es una “zona de influencia económica para el comercio con llamas, desde tiempos anteriores a la colonia, así como a la explotación de sal del Salar de Coipasa”, pero advierte que, al parecer, “los karankas realizaron una alianza con los Incas, por lo que (…) el inca entregó terrenos en los valles para la población de Jacha Carangas”.

El libro también tiene el aporte de mujeres que se dedican a la investigación, como Carla Panozo Leytón, que explica “las plantas medicinales, el poder de lo natural”; Julia María Veizaga Dalenz expone con imágenes fotográficas del “turismo organizado en Oruro”; Verónica Llanque Ferrufino rescata su trabajo “Oruro y sus aguas termales: potencialidad turística/cultural”; Itza Vianney Terrazas Herbas dice: “No basta un día para conocer la riqueza patrimonial de la provincia Poopó” y “de Toledo a Turco, un viaje lleno de misterio, aventura y misticismo”.

Sarah Alejandra Morales Soto hace un estudio sobre “la hotelería frente a las casas particulares en el Carnaval de Oruro”, donde demuestra con datos estadísticos “el incremento de la capacidad hotelera en todas sus categorías, avaladas por ley, tomando como objetivo principal enfrentar y cumplir con las necesidades de un acontecimiento singular como el Carnaval de Oruro”.

En cambio, las casas particulares “no están respaldadas ni certificadas por ninguna institución competente, con el riesgo de dañar la imagen turística de Oruro”.

Para Edgar Huarachi Mamani, es necesario impulsar “un turismo sustentable” y, para completar ese trabajo, Miguel Escobar Cárdenas explica la importancia de “la fotografía dentro el dinámico ambiente del marketing para crear un destino turístico, Oruro”.

Al final, se encuentra un tema especial sobre “Los Urus, cultura ancestral” de César Fernández Aguilar, donde explica que los “urus fueron discriminados y marginados en razón de su diferencia cultural de pueblos pescadores, cazadores y recolectores, por lo que se los consideraba inferiores, con relación a las sociedades agropastoriles del altiplano, (pero) se podría atribuir también a ellos la invención de complejos sistemas de horticultura como los camellones que se encuentran en la región andina”.

Los Urus –agrega Fernández-, tenían su nombre propio Kot’suñs, que quiere decir “hombres del lago” y los Uru-Chipaya, son un desprendimiento de este tronco Uru, que con grandes dificultades sobrevivieron cerca de las orillas del lago Coipasa, allí siguen hablando su lengua nativa y respetan muchas de las costumbres de sus abuelos.

El libro contiene fotografías espectaculares del Carnaval de Oruro y de los famosos chullpares, Chipaya, iglesias coloniales, las aguas termales, los primeros ferrocarriles de Oruro, el Museo Ferroviario de Machacamarca y otras más, que justifican la edición de un libro digno de escudriñar y de investigar.

Se lo puede distribuir a nivel nacional e internacional, explicó Pedro Ramos, director de Turismo y Cultura. Franz Martínez, secretario de planificación, consideró que el turismo “debe convertirse en pilar de desarrollo, con una máxima representación, como es el Carnaval de Oruro, además de otros atractivos turísticos que tiene el departamento”.

El historiador Maurice Cazorla Murillo dijo que los escritores orureños “realizaron un aporte literario que permitirá apreciar la profundidad de las investigaciones y nos ilustra la riqueza cultural turística del departamento de Oruro”.