Morales llama a reconciliación

Casi al concluir su discurso de homenaje a la fundación de Bolivia, en la ciudad de Sucre, el primer mandatario Evo Morales Ayma dijo: “Basta de confrontación, es hora de la reconciliación, convocatoria política que, con seguridad tendrá consecuencias muy positivas tanto para el oficialismo como para la oposición”.

Para el oficialismo, porque en esta coyuntura pre-electoral, significaría, implícitamente, una apertura a posibles alianzas con sectores no oficialistas, regionales y para algunos partidos y líderes de oposición, con baja preferencia del voto, una alternativa de acceso al poder.

En tal contexto, se supone que acabarían las situaciones de contratiempo para dirigentes con juicios e, incluso, la convocatoria a la reconciliación, podría constituir en el fondo, una especie de amnistía política que beneficie a ciudadanos fuera del país o en su defecto, a líderes regionales inculpados.

Si, bajo la bandera de la reconciliación tiene éxito y se cobijan bajo ella, quienes hoy intentan su reivindicación militando en frentes y partidos políticos de oposición, la convocatoria también tendría un enfoque muy bien pensado, pues desarticularía la cohesión conseguida en algunas tiendas políticas con la adhesión de antiguos militantes del sistema de partidos políticos, colapsado en Octubre 2003.

El presidente Evo Morales, también habría tomado en cuenta la sindicación, interna y externa, de que su gobierno es una “dictadura” y en consecuencia, como las encuestas le dan por ganador en la primera vuelta, es posible que la reconciliación sea un supuesto anuncio ofertando un mandato, abierto a las críticas y posibles alianzas, impensadas hoy.(Clovis Díaz)