Huanuni, errores y crisis

En diversos artículos me he referido al mal manejo de la Empresa Minera Huanuni (EMH), que empezó con el irracional incremento de 1.000 a 5.000 trabajadores en octubre de 2006. El numeroso y fuerte sindicato de inmediato realizó medidas de presión, que remataron en un exagerado aumento de salarios y precios de contrato, una recategorización y la concesión de un bono de productividad del 60% al salario básico, para una producción mensual mayor de 605 toneladas finas (TF), vale decir el doble de lo que producía con 1.000 trabajadores, cuando su número se quintuplicó.

Como consecuencia, el costo mensual promedio de labor entre 2006 (1.000 trabajadores) que era de 0,78 millones de dólares (M$us) y representó el 52% del costo mina, subió en 2012 (5.000 trabajadores) a 8,09 Mus (más de 10 veces) que significó el 75% del costo mina. A pesar de esto, la EMH generó menguantes utilidades por el alto precio del estaño y por el todavía buen yacimiento que era sobreexplotado.

En mayo de 2013 el Ministro de Minería anunció quiebra en Huanuni e indicó que 451 trabajadores percibían salarios entre 15.000 Bs y 50.000 Bs y que los 53 dirigentes sindicales declarados en comisión ganaban entre 15.000 Bs y 30.000 Bs y planteó la revisión de la escala salarial. Reveló también que COMIBOL debía 61,7 M$us por impuestos. El problema se reactivó en julio de 2004 cuando el Gerente de la EMH indicó que el primer semestre de 2104 perdió 2,4 M$us. La pérdida es explicable si se considera que el mayor promedio de producción mensual se dio en 2009 con 831 TF, que fue cayendo hasta 647 TF en 2013 y 558 TF el primer trimestre de 2014. No cabe duda que el yacimiento está en un proceso de agotamiento, no previsto por la parte técnica.

Además de los salarios, resulta incomprensible la decisión de instalar un nuevo ingenio con capacidad de procesar 3.000 toneladas por día (tpd), con un costo de unos 55 M$us, pues esta capacidad se determina con base en las reservas, la productividad de las cuadrillas de producción de mineral y el número de cuadrillas que pueden operar.

En el artículo Huanuni, peor imposible (EL DIARIO, 17 de abril de 2008) ya advertí: “¿La decisión del diseño de la planta de 3.000 tpd se habrá tomado luego de un estudio técnico que demuestre que es posible producir y extraer de la mina diariamente este tonelaje y durante los años necesarios para justificar la inversión total? Seguramente que no porque ello depende entre otros factores fundamentales de las reservas y -especialmente en yacimientos filonianos- de la geometría del yacimiento (pueden existir reservas para varias décadas pero la geometría del yacimiento puede limitar su explotación y extracción)”.

Obviamente no existió un estudio de factibilidad para tomar esta decisión y es más, el personal técnico de COMIBOL ni siquiera realizó un análisis para determinar en base a los desarrollos sobre vetas, su ubicación y las condiciones de ventilación, si se podía ubicar las cuadrillas necesarias para extraer 3.000 tpd. Huelga indicar que debe estar listo todo el equipamiento para incrementar el arranque y la extracción de las aproximadamente 1.200 tpd actuales (compresores, sistema de suministro de aire comprimido, perforadoras, locomotoras, carros mineros etc.). Según comentarios recientes, ya existirían problemas para alimentar a los ingenios de Huanuni y Machacamarca con 1.200 tpd. El plazo para la entrega del nuevo ingenio –bajo pena de multa- fue abril de 2014 y el año pasado inclusive se indicó que podía estar listo en octubre de 2013. La demora en su funcionamiento es sugestiva.

El procesamiento de 3.000 tpd en Huanuni está relacionado a la instalación (sin estudio alguno) del horno Ausmelt en la fundición de estaño de Vinto (con un costo aproximado de 35 M$us), que tiene una capacidad de producción de 18.000 TF por año. Lo máximo que produjo Vinto últimamente fue 11.801 TF en 2009 y en 2013 produjo 11.235 TF. El horno ya debió estar funcionando, pero su alimentación depende del incremento de la producción de concentrados de estaño en la EMH, por lo que se lo está instalando sin tener asegurado su abastecimiento. En minería primero son las minas, sobre la base de ellas se proyecta los ingenios y, en base a éstos, la fundición. No se puede invertir este orden como ocurrió en Huanuni y en Vinto.

Lamentablemente el mal manejo de Huanuni es repetitivo de lo que ocurrió en las minas de COMIBOL entre 1952 y 1985 y que desembocaron en tremendas pérdidas: mala administración, excesivo personal, intolerable injerencia y presión sindical, política salarial contemplativa, que para mejorar COMIBOL, en 1965 se produjo una fuerte rebaja salarial (lo que hace poco anunció un Viceministro de Minería para la EMH y tuvo que renunciar por ello).

Sugerencias: racionalización salarial, disminución (jubilación) de personal y su redistribución en otras labores como la exploración, necesaria para generar nuevas reservas y mejorar la insuficiente alimentación al ingenio.