Carnaval de Oruro

En defensa de la Obra Maestra



LA DIABLADA: DANZA BOLIVIANA QUE CARACTERIZA LA MAGISTRAL MUESTRA FOLKÓRICA.
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Oruro (EL DIARIO).- El proceso religioso y social del Carnaval de Oruro 2015, la Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, empieza hoy, con la participación de miles de danzarines, dirigentes, religiosos que forman parte de la Congregación Siervos de María, pero también de los que dicen: “No soy devoto”.

El antropólogo Estanislao Aquino Aramayo, miembro del Comité de Etnografía y Folklore de Oruro, hizo una explicación científica de la religiosidad popular y de los que no son devotos de la Virgen del Socavón, para que puedan comprender el aspecto religioso, social, económico y antropológico de esta actividad que reúne a moros y cristianos.

“La motivación de la fiesta de Nuestra Señora del Socavón es religiosa-cristiana. A pesar de que se le llame Carnaval de Oruro, es parte del ritual popular de la Iglesia Católica. Desde el pasado colonial, la danza ha sido parte de la ofrenda para Dios, su Santa Madre y santos canonizados. El baile es parte del rito devocional del pueblo. Los casuales espectadores pueden darle a este hecho, diferentes interpretaciones. Quienes bailan en esta fiesta, saben el por qué y casi todos repiten, que es por devoción. En apariencia, nadie está al margen del rito cristiano”, dijo.

El sábado de entrada del Carnaval 2014 llegó a Oruro un señor, de un departamento vecino, para bailar en una de las morenadas. Al parecer, dijo, existía un compromiso previo con ex directivos. El señor pretendía pagar, la mitad de la cuota que correspondía a cada miembro, en razón de que iba a participar solamente el día sábado. Eligió el lugar más destacado en el conjunto para la peregrinación de las danzas y no quería que nadie vaya bailando junto a él.

Las exigencias, seguramente era, porque su pollera, blusa, botas y sus joyas, venía de modistas con renombre. Quería que el público aprecie su baile. No se mencionó las palabras “devoción, fe y menos tradición”.

Igual que este señor, explicó Aquino, existen otros que inventan disfraces, evitan usar la careta, todo para llamar la atención, y que alguna prensa diga, “la sobresaliente presencia de fulano o mengano” y vienen solo a figurar, a usar la fiesta como una vitrina.

Hay personas tentadas por “robar la escena” y ser protagonistas centrales, crean el desorden, rompen con la plasticidad de la danza, pero al contrario, la mancillan.

Es posible, dijo, que algunos participen en el Carnaval, solo por divertirse bailando, ser un círculo exclusivo y ser vistos en una importante fiesta, pero los que ven así, están diciendo con sus actos “no soy devoto”, pero para estas personas, “hay un espacio y un tiempo con el mismo recorrido del sábado de entrada y se llama Domingo de Corso”.

Por eso, afirmó que existen personas que no comprenden la razón de la fiesta de la Virgen del Socavón, pero en el diario vivir, con los devotos y danzantes, se escuchan testimonios de gratitud, de esperanza y resignación y con sano orgullo, se alegran de haber llegado a ser guía después de veinte o más años de estar bailando en su conjunto.

Por ejemplo, llegar a ser ángel, caporal u otra figura sobresaliente, es la realización de su vida y da gracias a la Virgen y los más tienen otro testimonio.

Un diablo, por ejemplo, dice: “Soy devoto de la Virgen, estoy cómodo y feliz en la tropa”. En un bloque de los Tinkus, dicen: “quieren mis compañeras que pase a la primera fila, bailo por la Virgen y estoy bien nomás atrás”.

En las morenadas, “bailo 12 años en la ciudad de…, y por primera vez, aquí en el Socavón, se lo que es bailar por devoción”.

En los caporales, “bailo por la salud de mi mamá. La primera vez bailé por seguir a mis amigas, después del tercer año, he prometido a la Virgen, bailar hasta que las fuerzas me acompañen. Soy de Cochabamba”.

En cambio, “en los Tobas, “bailo por la Virgencita, tengo que llegar de donde sea para la entrada del sábado y la fiesta”.

“En los morenos, si no fuera por devoción, iría a otra fiesta o donde pueda divertirme en grande. En los llameros, bailo porque gracias a la Virgen tengo mi casita, mi trabajo y mi familia está bien”, dijo.

Estanislao Aquino dijo que estas opiniones mayoritarias son las que reflejan el contenido religioso y social de la Entrada del Carnaval de Oruro y que no se perderá jamás con el tiempo, aunque algunos digan que no son devotos de la Virgen del Socavón.

El Carnaval de Oruro tiene una profunda significación religiosa y social que une a los bolivianos, a partir de hoy, cuando se realiza el Primer Convite, donde se hace un compromiso con la Virgen para bailar tres años en la Obra Maestra del Patrimonio Oral Intangible de la Humanidad.

 
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