Caja de evidencias deambula en tribunales

Luego de que la defensa y los imputados apelaran la sentencia dictada en el caso de la niña Patricia Flores, la caja de evidencias, procedente de Colombia, que entre otros indicios, debe aportar datos para confirmar, con pruebas de ADN, la participación de Odón Mendoza, además de ayudar a ampliar la condena a otros sentenciados, deambula por los tribunales, según la madre de la menor, Martha Velásquez, vejada y asesinada hace 15 años en la escuelita Vicenta Juariste Eguino.

HIJO DE LA DIRECTORA

De acuerdo a lo explicación de la abogada Paola Barriga, la caja de evidencias también es fundamental la posible participación de uno de los hijos de la entonces directora del establecimiento, Dora María del Rosario Vargas de Villarroel.

Para Barriga, esta fue una de las grandes falencias que tuvo el caso desde el inicio de las investigaciones, pues la directora gozaba de cierta influencia política (gobierno de ADN), que ayudo a desviar la responsabilidad que uno de los hijos tenía.

CAJA

Según la explicación de Velásquez, madre de la niña Patricia, la caja de evidencias llegó luego de que se dictó sentencia en contra Odón Mendoza, en agostó.

La Cancillería, que recepciono el envió desde Colombia, donde las piezas fueron analizadas por un instituto forense especializado, remitió la caja de evidencias a uno de los juzgado, la cual, a su vez, la delego a una de las Salas del Tribunal Departamental del Justicia (TDJ), que en definitiva los archivo en depósitos, ya estas llegaron de manera atemporal, en un proceso juzgado y concluido.

Por el gran retraso, que se tuvo en la entrega de la caja de evidencias, Velásquez afirmó que el Ministerio Público, abrió proceso en contra de su abogad Paola Barriga.

En su fallo, el pasado agosto de 2014, la jueza Amalia Morales dictó “sentencia condenatoria en contra de Odón Fernando Mendoza Soto por ser autor de los delitos de violación y asesinato (...), en consecuencia se le condena a sufrir una pena privativa de libertad de 30 años sin derecho a indulto a cumplir en el penal de Chonchocoro”.

También fueron halladas culpables de los delitos de incumplimiento de deberes y sentenciadas a un año de reclusión sin derecho a indulto la exdirectora Dora María del Rosario Villarroel, la portera del turno de la tarde, Margarita Uzeda, y la del turno de la mañana, Berna Ponce.

La niña Patricia Flores, desapareció el viernes 27 de agosto de 1999. Su cuerpo, fue hallado a la medianoche del martes 31 de agosto con signos de haber sido brutalmente violada, golpeada y estrangulada, en el depósito de la escuela de la calle Pichincha. Tenía diez años.