Ecuador se sinceró con Bolivia

El Presidente del Ecuador, Dr. José María Velasco Ibarra, en ocasión de la visita oficial que realizara a dicho país su homólogo de Bolivia, Dr. Víctor Paz Estenssoro, en fecha 9 de agosto de 1955, ponderó los lazos de amistad que unían a ambos países, en el contexto sudamericano.

El dignatario de Estado ecuatoriano, en palabras de circunstancia pronunciadas en la oportunidad, dijo, entre otros aspectos inherentes a las relaciones diplomáticas de las dos naciones, algo importante e histórico, que llamó la atención, entonces, de la opinión pública internacional.

Dijo lo siguiente: “Vuestra visita, Excelentísimo señor, hará más intensa la comprensión entre el Ecuador y Bolivia, más sincera si cabe la amistad de ambos pueblos, y facilitará que ambos pueblos afirmen su voluntad de paz civilizadora, su repudio a toda injusta prepotencia, a toda guerra en Sudamérica, a toda invasión, a toda conquista” (“Visita al Ecuador de su Excelencia el señor Presidente de la República de Bolivia, don Víctor Paz Estenssoro”, Edit. Casa de la Cultura Ecuatoriana, agosto de 1955, pág. 50).

En consecuencia, el presidente Velasco Ibarra, sin mencionar la agresión de que fue objeto Bolivia en 1879, reiteró “su repudio a toda injusta prepotencia, a toda guerra en Sudamérica, a toda invasión, a toda conquista”. Con esta actitud el dignatario de Estado se identificó con la causa boliviana.

Y el presidente Rafael Correa se ha pronunciado también, y en más de una ocasión, respaldando la demanda marítima, en el marco de la confraternidad boliviano – ecuatoriana.

Esa voz se ha sumado a más de diez millones de voces bolivianas, que claman, actualmente, en La Haya, justicia para que Chile restañe la herida provocada por la invasión de 1879.

La amistad boliviano - ecuatoriana proviene desde los tiempos de Mariscal Andrés de Santa Cruz, quien, en fecha 5 de diciembre de 1836, ha escrito: “He recibido cartas de Miller, de Quito, y ya tengo la más completa seguridad con respecto al Gobierno del Ecuador, cuyas disposiciones son muy amistosas” (Andrés de Santa Cruz Schuhkrafft y Clemencia Santa Cruz de Siles Salinas: “Archivo histórico del Mariscal Andrés de Santa Cruz”, Santa Cruz – Bolivia, 1993, pág. 465).

El tratado de Amistad, firmado por Bolivia y Ecuador, hace 104 años, en la ciudad de La Paz, en su Artículo 15, menciona: “Cada una de las dos Partes Contratantes se compromete a no prestar apoyo directo a la segregación de porción alguna de los territorios de la otra”.

Este acuerdo ha marcado los hitos de entendimiento, de cooperación y solidaridad, bilateral, boliviano – ecuatoriana. E inspirado en ello tanto Velasco como Correa no vacilaron en asumir una señal boliviana, al objetar, directa o indirectamente, toda acción de fuerza o de agresión. Por lo visto gobernantes y gobernados ecuatorianos han honrado el espíritu de aquél documento vigente aún en nuestros tiempos, que orienta y estimula la amistad entre ambas naciones de Sudamérica.

En suma: Ecuador se sinceró con Bolivia.