Por: José E. Pradel B.

Agustín Aspiazu

Precursor de la codificación del Derecho Internacional en América Latina


Agustín Aspiazu Belmonte (1826-1897). Fuente: ASPIAZU NAVARRO, Hugo Agustín: Agustín Aspiazu. Síntesis Biográfica, Colección de Folletos Bolivianos de Hoy, Vol. IV, N°3, Febrero-1988, p. 6.

En 1832, el jurisconsulto venezolano nacionalizado chileno Andrés Bello, publicó la obra: “Principio del Derecho de Gentes”, considerado co-mo el primer libro de Derecho Internacional publicado en el continente Americano. Por otro lado, el internacionalista argentino-uruguayo Carlos Calvo, muchos años después imprimió el libro: “Derecho Internacional Teórico y Práctico de Eu-ropa y América” y posteriormente, publicó la magna obra: ‘Colección completa de los Tratados, Convenciones, Capitulaciones, Armisticios y otros actos diplomáticos de todos los Estados de la América Latina’. De esta manera, se estaba reglamentando y construyendo poco a poco las fuentes del Derecho Internacional Americano.

Sin embargo, en el alejado altiplano bo-liviano los multifacéticos escritores: José Rosendo Gutiérrez2 y Agustín Aspiazu no se quedaron atrás y aportaron el primero, en 1862 y el segundo, en 1872 a la codificación del Derecho Internacional de América Latina, con grandes obras olvidadas por la historiografía nacional. Es en ese sentido, que en esta oportunidad describiremos el aporte del segundo autor suge-rido.

Agustín Aspiazu, fue un polifacético historiador, escritor, novelista, poeta, científico, político, geógrafo, geólogo, pensador, jurista e internacionalista, en síntesis, fue de los pocos sabios y enciclopedistas que tuvo nuestro país en el siglo XIX.

Sin duda, la vida de este personaje, es conmovedora nació el 5 de mayo de 1826, en la población paceña de Irupana (Segunda Sección de la provincia Sud Yun-gas), en los albores de la vida institucional de Bolivia, sus padres fueron Anselmo As-piazu y Eugenia Belmonte, quienes le enseñaron las primeras letras. Los estudios primarios los realizó en la Escuela Francis-cana y los secundarios en el Seminario Conciliar de la ciudad de La Paz.

Posteriormente, estudió derecho y luego se graduó como “abogado de la Univer-sidad Mayor de San Andrés, el 17 de octu-bre de 1853”3. Sin embargo, mientras estudiaba leyes se incorporó a la Academia de Practicantes Juristas, en 1849 y fue pro-fesor desde 1850 de la materia de ciencias naturales en el Liceo Bolívar y el Colegio Ayacucho de la ciudad de La Paz, inclina-do en esta rama del saber humano publicó dos años después su obra ‘Curso de Físi-ca’, el primero publicado en Bolivia y junto a Bernardo Sanjinés y Juan Condar-co, escribió en el periódico ‘El Estandar-te’.

Tres años después, imprimió otra obra intitulada ‘Curso de Historia Natural’. Sin duda, Aspiazu de esta manera “luchó contra el humanismo escolástico, contra la retórica hueca, contra todas las formas arcaicas de un saber caduco que ya no satisfacía la inquietud de conocimiento y de progreso de los bolivianos cultos” 4.

Posteriormente, producto de su incli-nación hacia la historia prensó su obra: ‘Cien Fuegos. Descripción histórica’ y     junto a otros personajes “fundó del Colegio de Abogados” 5, en 1857. Un año después publicó el libro: ‘El Gualterio, novela histórica’.

En 1859, se incorporó a la docencia uni-versitaria enseñando Derecho Romano. Consecutivamente, dictó también las ma-terias de Civil, Economía, Política, Crimi-nología y Derecho Internacional.

Posteriormente, Aspiazu fundó el ateneo ‘Bolívar’ y fue elegido representante ante el Congreso de 1861; “amigo y partidario del Presidente José María Linares votó contra José María de Achá en la elección en que eligió a éste Presidente provisional de la República”6. Otro autor, señala que nuestro personaje: “perteneció a la mino-ría de la Cámara… fue opuesto a la absur-da ley que declaró al argentino Ruperto Fernández, boliviano de nacimiento”7. Sin embargo, como leal Linarista o correligio-nario del partido ‘rojo’, Aspiazu durante la elección “censuró a los que no se despoja-ron de ‘sus inmundos harapos’…Linares –dijo- como todos los presidentes de la República ha tenido errores, excesos y de-masías, pero ha habido patriotismo, mo-ralidad, pureza y una pasión vehemente por la mejora de la Patria” 8.

Paralelamente, fundó el periódico ‘La Prensa’, con la finalidad de hacer oposi-ción al gobierno del Gral. Achá. Más adelante, en 1862, publicó la obra: ‘Curso de Medicina Legal, redactado y arre-glado de acuerdo a la Legislación Boli-viana’, primer estudio sobre esta materia impreso en el país.

Luego fue elegido Diputado por La Paz, en 1863 y 1864. Durante este último año, publicó su libro: ‘Biografía de D. Cle-mente Díez de Medina, coronel de la In-dependencia’. En la cual narra la vida de un patriota boliviano, que combatió por la independencia de Bolivia, desde la Re-volución del 16 de julio de 1809, hasta la Batalla de Ayacucho, acaecida en 1824.

También, junto a Belisario Salinas fundó el periódico ‘La Causa Americana’, con la intensión de dar a conocer el americanismo generado contra España, que intentaba re-conquistar sus antiguos dominios.

En 1866, Agustín es elegido nuevamente Diputado Nacional, pero “negó su concu-rrencia como una actitud de protesta no sólo contra la opresión política, sino también contra la cesión de territorios nacionales al Brasil”9. Sin embargo, Aspiazu fungió tam-bién la función de Cancelario de la Univer-sidad Mayor de San Andrés (1867-1868) y luego se exilió en Tacna (Perú), para no ser participe en la aproba-ción del Tratado de Límites suscrito con el Brasil. En la citada ciudad publicó la obra: ‘Teoría de los Terre-motos. Discurso pronunciado en su incor-poración a la Sociedad Porvenir del Pueblo’, en 1868.

Posteriormente, retornó al país de manera clandestina y se asoció al ‘Club Popular’. Más adelante, a inicios de 1871 mientras el tirano Melgarejo regresaba a La Paz proce-dente de Oruro, Aspiazu junto a Leonardo Lanza presentaron dos planos de fortifica-ción de la ciudad de La Paz, los cuales fueron aprobados más adelante en defensa de los amotinados los cuales lo nombraron Superintendente de barricadas. Tras muchos días de una gran refriega intestinal, el 15 de enero de 1871, es derrocado el tirano, con el dramático costó de: 1378 compatriotas falle-cidos procedentes de ambos bandos.

Sobre este hecho, Aspiazu publicó el folle-to intitulado: ‘El Día magno de La Paz’, que es una relación histórica sobre la citada jornada. De este escrito podemos rescatar la idea sobre ‘tiranía’, que es válida en todo tiempo: “…la patria no es una divinidad mi-tológica, creada por la imaginación del poeta, ni figurada por el pincel del artista. La patria es el conjunto de seres de muestras más caras afecciones. La tiranía es su muerte: es el sufrimiento incesante del ciu-dadano, del amigo, del hermano, de la mu-jer, del padre y de la familia…” 10.

Durante este año, el Presidente Gral. Agus-tín Morales, convocó a una Asamblea Cons-tituyente la cual fue presidida por Agustín Aspiazu, dicho Congreso resolvió el 18 de junio, que la Presidencia Provisoria de la República la siguiera ejerciendo Morales y desconoció todos los actos administrativos sancionados por el gobierno de Melgarejo. En lo político, en dicho Parlamento también se inició la discusión sobre la forma de Go-bierno entre el federalismo y unitarismo, que tuvo como resultado planteamientos impor-tantes.

Por otro lado, Aspiazu junto a los diputa-dos Mariano Reyes Cardona, Evaristo Valle, José Manuel del Carpio, Eulogio D. Medina y Félix Reyes Ortiz, presentaron y publica-ron, un: ‘Proyecto de Constitución Política de Bolivia presentada a la Asamblea Cons-tituyente’.

En 1872, mientras ejercía las funciones como presidente del Consejo Municipal de La Paz, publicó en New York (EE.UU.), su magnífica obra: ‘Dogmas del Derecho In-ternacional’, que le dio el título de “pre-cursor en América de los trabajos de codi-ficación del derecho de gentes”11. La cita- da obra terminó de ser escrita en 1870 y tuvo como objetivo el: “consignar los principios en el estado actual en que se encuentra la ciencia” 12, es decir, que en cuatrocientos setenta y dos artículos, planteó cánones “bá-sicos de la convivencia internacional” 13, de la época.

Las primeras páginas de la obra describen en un valioso estudio el concepto de la ‘so-beranía de las naciones’, que se encuentra expresado con gran pasión americana. Sin duda, influenciado por las obras de Johann Ludwing Klüver: ‘Droit des gens moderne de l'Europe’; Henry Wheaton: ‘Wheaton's Elements of International Law’; Emer de Vattel: ‘Le droit des gens, Volume I’ y por último Andrés Bello, con la obra citada anteriormente. Aspiazu presentó a los ‘dog-mas’, como leyes o reglas: “que tienen el carácter de perpetuidad, por mayores que sean las variaciones de las sociedades en su organización é instituciones”14. En este contexto, mediante su obra reveló también que la ‘soberanía de los pueblos’, es el: “único poder político que viene de Dios”15 y aseveró que la independencia americana y su soberanía es necesaria, al afirmar “que el derecho divino de los reyes es una quimera” 16.

Sin duda, el argumento histórico y jurídico plasmado a lo largo de su obra, refleja un arduo trabajo enciclopédico, al sintetizar en cortas respuestas y soluciones a los proble-mas que forjan la existencia soberana de una nación y su inclusión en el concierto inter-nacional. También planteó la igualdad de naciones, al manifestar: “que la república más débil goza de los mismos derechos y está sujeta á las mismas obligaciones que el imperio mas poderoso” 17.

Posteriormente, en 1874, Agustín publi-có el libro: ‘El instructor del pueblo’, que es un compilado o almanaque de sucesos. Durante el citado año, nuestro biografiado fue ele-gido Diputado Nacional y designado Fiscal de Distrito.

En 1876, el Presidente Tomás Frías por un breve tiempo lo nombró Ministro de Guerra, luego lo designó Prefecto de Cochabamba. Un año después Aspiazu, publicó su libro: ‘La Tierra en estado primitivo’.

Más adelante, durante el gobierno del Gral. Hilarión Daza, fue nombrado Minis-tro de Justicia, Instrucción y Culto. En 1880, mientras se desarrollaba la denominada Guerra del Pacífico, ejerció las funciones de Prefecto de La Paz y publicó el libro intitu-lado: ‘Conocimiento del Tiempo’.

Consecutivamente, en 1882, imprimió la cartilla jurídica: ‘Nuevo Sistema de enjui-ciamiento civil’. Entre 1883 y 1896, ejerció por segunda vez el cargo de Cancelario de la Universidad Mayor de San Andrés y durante este período publicó las obras: ‘Diccionario razonado del Derecho Civil Boliviano’ (1885), ‘El calculador náutico’ (1887), ‘Sondaje de los cielos’ (1890), ‘Principales problemas de astronomía y geografía’ (1891) y ‘Conferencias y Escritos Cientí-ficos’ (1897). También, es necesario men-cionar que junto a otros prestigiosos paceños fundó la ‘Sociedad Geográfica de La Paz’, de la que fue su primer presidente.

En 1895, es nombrado Presidente de la Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz. Finalmente, Agustín Aspiazu Belmonte, falleció en su ciudad natal el 18 de marzo de 1897, a la edad de 70 años. A modo de con-clusión, podemos decir en palabras de Fer-nando Díez de Medina, que nuestro persona-je: “fue el primer librepensador que tuvo el país. Sereno y justo en la predica como en la discusión, sólo tuvo alma ardiente para de-fender la verdad y propagar el saber” 18.

 
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