Educación cognitivista y desarraigada

La educación colonialista del pasado daba mayor énfasis al aprendizaje cognitivo basado en modelos foráneos, que se desarrollaba al margen de la realidad en que vivía el estudiante, quien memorizaba una cantidad de conceptos subjetivos en su inteligencia, para desde allí repetir al pie de la letra lo que aprendió de memoria, sin poder relacionarlo con su vivencia cotidiana. Esta forma del proceso educativo, de tipo cognitivista, ha desarraigado completamente a los estudiantes de su propia realidad, para vivir un mundo diferente de su contexto sociocultural.

Como consecuencia de este modelo tradicional, surge en el Estado Plurinacional el Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo, a través de la Ley Avelino Siñani y Elizardo Pérez, como respuesta a la problemática nacional de la educación cognitivista y desarraigada. Para las y los maestros de aula es un reto transformar la vieja práctica educativa tradicional y estática, hacia una educación basada en la realidad en la que se vive, cuyos resultados generen amplias expectativas en los estudiantes para atender sus propias necesidades, interactuando y protagonizando sus propios aprendizajes.

Por tal razón, como docente con más de 35 años de servicio a la educación, me permito puntualizar que el actual Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo, vigente en el Estado Plurinacional desde el año 2010, aún tiene dificultades en el proceso de revertir el aprendizaje cognitivista a un aprendizaje holístico e integral, que contribuya al estudiante, para construir conocimientos de su propia realidad, fortalecer sus valores, desarrollar sus habilidades y fomentar su poder de decisión autónoma, para desenvolverse dentro del contexto social en el que vive.