Acontecimientos antes que palabras

El canciller chileno Heraldo Muñoz -caracterizado por tener “una recargada agenda”-, solo y personalmente esgrime sus mejores argumentos ante un consenso mundial que le dice… DIALOGUE antes de nada.

Lo sobresaliente de don Heraldo

El personaje destacado del Gobierno chileno primero subraya que no cederá un solo milímetro “de su territorio” ¿Ocupado por la fuerza tal vez, hasta con sacrificio?... luego, acepta entrevistas y luego las rechaza, con una multitud de pereques; peor aún, amenaza con sorna dejar el pacto de Bogotá de 1948. ¿Qué más? Finalmente, no puede ser que sienta respeto por el pueblo boliviano, cuando no va acudir a un encuentro aceptado por él y sobre tablas, observando las condiciones de ese encuentro. Qué condiciones? ¡Hum!... no es para tanto, su pequeña canción escolar, Sr. Muñoz. Entre tanto, sepa Ud. que el mundo le agradecerá si Ud. dialoga sin los dientes ajustados y con la VERDAD por delante; por lo demás, nadie le cree sus disimulados argumentos, que de esta forma ingrata se ha manejado el enclaustramiento de Bolivia a través de más de un siglo.

Las reacciones del mundo

Por aquel comportamiento demostrado por don Heraldo Muñoz, los líderes del mundo le dicen: ¡dialogue!, señor Canciller. John Kerry, Secretario de Estado de Estados Unidos, en su incontestable visita de fecha 9 de octubre de 2015 a la República de Chile exhortó que “todo se solucione -entre Bolivia y Chile- por la vía del diálogo”. Hermosas palabras que evitan conflictos entre los hermanos. Mejor todavía, las frases de Francisco, “estoy pensando en el Mar”, (Catedral de La Paz-Bolivia. 7 de julio de 2015. Hora 17:15) para Bolivia muy feliz, que vive con dignidad, de paz y amor. Y qué decir de la Unión Europea que de manera espontánea propone una solución trinacional entre Bolivia, el Perú y Chile. En fin… y sin embargo de semejante consenso que está convencido de que hay cuestiones pendientes entre Bolivia y Chile, reflexionemos a propósito de la intención de dejar el Pacto de Bogotá, expresada por el Canciller chileno. ¿Dejar un mecanismo que asegura la vida internacional? ¿Es la ejecución de una obligación para el Estado que sus gobernantes pueden llevar al extremo de negarle vigencia? No, no seamos tan malvados de perjudicar a los demás Estados.

Menos mal que el Derecho Internacional no admite aquella posibilidad descabellada, de retiros, “porque una resolución no me gustó”. El Estado es siempre responsable de hechos ilícitos, como es autor Chile de la ocupación ilegal de territorios bolivianos. El Derecho Internacional trata de asegurar la protección de terceros Estados o más propiamente de Estados víctimas; en síntesis el Derecho Internacional facilita la responsabilidad de los Estados. Fuera de esta realidad comienza o recomienza la aventura, para los Estados invasores.