Cambio de conducta

Señor Director:

Son conocidos los problemas que se presentan en nuestra ciudad, donde los congestionamientos de vehículos son frecuentes, más por las consabidas marchas de protesta de organizaciones sociales y otras medidas como bloqueos de vías.

Aunque es innegable que no es óptimo el servicio de transporte público, especialmente hacia zonas periféricas y en la noche, cuando miles de habitantes tratan de regresar a sus hogares, observamos que no solo los transportistas requieren educación vial sino también los pasajeros.

Resulta que los usuarios del transporte público por su desesperación por subir a un microbús o minibús que los lleve a su destino, van de una cuadra a otra, sin esperar mucha veces en una esquina, lo que provoca desorden y una especie de ley de la selva.

Otro problema es que en el vehículo no faltan pasajeros que logran subir con bolsas o paquetes grandes que incomodan a los demás pasajeros, peor si el motorizado está lleno. En otro caso, lamentablemente, en microbuses no faltan jóvenes que ni se inmutan al ver a personas mayores y señoras con niños pequeños y no les ceden asiento. Por lo visto, los aludidos nunca han recibido instrucción cívica en sus unidades educativas.

Finalmente no faltan los pasajeros que deciden bajar a subir en los lugares más próximos a sus domicilios, como si estuvieran en un taxi, lo que es repudiable.

Por todo lo mencionado, es urgente que cambien de conducta tanto transportistas como pasajeros.

Ricardo R. Fuentes