Depredación del Illimani sin oposición

Un proyecto de ley departamental que pretendía preservar al nevado Illimani de la explotación minera, a fin de que no corra la misma suerte del Cerro Rico de Potosí, fue desechado entre los directivos de la Asamblea Plurinacional de La Paz y los cooperativistas que explotan minerales en los parajes de la icónica montaña. Tanto los asambleístas como los miembros de las cooperativas son militantes del MAS y, por supuesto, primero están los intereses partidarios que el bien público. Tampoco ponen interés en que ante todo se deben al departamento y que deben honrar su representación obrando correctamente.

Lo anterior se viene repitiendo a lo largo de estos 11 años de Gobierno en los cuales lo que importa es la conservación y reproducción del poder, por encima y a costa de todo lo demás. Nada bueno y constructivo puede esperarse de una Asamblea que como la de nuestro departamento, viene dando muestras negativas como la indicada.

Con anterioridad, diversos medios y colectivos han denunciado la explotación minera del Illimani por cooperativas que actúan en casi condición de clandestinidad, explotando rudimentariamente oro, estaño, wólfram, tungsteno y otros. Para estas operaciones el agua es indispensable, por lo que la succionan de los flujos del nevado o la desvían de las presas cercanas y nutrientes del consumo del líquido elemento de la ciudad que, al mismo tiempo, corre riesgo de contaminación. No solo se trata, pues, de cuidar el majestuoso telón de fondo que adorna la ciudad, sino la salud pública.

No se descarta una explotación por parte de consorcios chinos, aunque este extremo al parecer no ha sido comprobado, pero éstos no han dejado de efectuar exploraciones y cateos. Tampoco deja de extrañar que la bancada opositora en la Asamblea Departamental mantenga un silencio cómplice en este tema, quienes, junto al Gobernador, no han impugnado un proceder tan antipaceño.

No obstante, se conoce que desde el año 2012 se ha votado una Ley Nacional que declara Patrimonio Nacional al nevado Illimani, lo que hace depender su intangibilidad del Gobierno llamado a tomar las previsiones urgentes y necesarias para evitar la depredación que nos ocupa. En cambio, el ratificado ministro de Minería, César Navarro, negó en la Asamblea Legislativa la otorgación de concesiones en dichos parajes. Una vez más sale a flote la falta de reacción de las agrupaciones que se dicen “paceñistas” ante este nuevo atentado, nada menos que a manos de una Asamblea que debería ser la primera en asumir la defensa de este departamento tan deprimido, como es el de La Paz.