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[Álvaro Riveros]

Clepsidra

Un Niño Jesús socialista


A muy pocos días de celebrarse el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo y, después de solemnizar dicha fecha durante dos milenios, hete ahí que venimos recién a enterarnos, por boca del Primer Mandatario, que: “Jesús es el primer socialista del planeta”. Suponemos que tal afirmación emerge del supuesto que, como él era judío, igual que los tatarabuelos de Carlos Marx, pudo abrazar a través de ellos dicha doctrina, o aquella gestada por los hermanos Marx, parientes próximos del filósofo.

De todas maneras se justifican las expresiones de S.E., pues no muy pocos políticos o guías de opinión han caído en la tentación de adscribir a Jesús en sus movimientos, especialmente aquellos que han sentido las veleidades del comunismo, y en ese su sacrílego propósito olvidaron leer las sabias sentencias de Winston Churchill cuando señalaba: “El socialismo de la era cristiana se basaba en la idea de que “todo lo mío es tuyo”; en cambio, el socialismo del Siglo XXI, al que se refiere S.E. y del cual son adherentes aquellos expresidentes del Foro de Sao Paulo que están presos o se hallan prófugos de la justicia, parte de la idea de que “todo lo tuyo es mío”.

Ahora bien, como un consuelo de caridad cristiana para aquellos nostálgicos de la doctrina que se hundió como el Titanic, junto a sus ingenuos prosélitos y a los países que rapazmente gobernaron, vale la pena parafrasear al ilustre político inglés cuando señala: “El verdadero Estado de bienestar e igualdad será el Paraíso, donde todo el mundo tendrá los mismos derechos”.

Salvo las navidades de 2010, cuando el niño Jesús socialista en una de sus travesuras nos mandó de obsequio un gasolinazo, que hizo cimbrar las bases del gobierno, no recordamos otra situación similar, salvo estas Navidades que se aproximan, cuando S.E., con ese elegante, como sutil estilo que lo caracteriza, al dirigirse a los jerarcas de la Iglesia Católica, los ha tratado de traidores y muy alejados de la doctrina católica, por el simple hecho de demandar acatamiento al resultado del referendo del 21F.

Lo cierto es que ese clamor por el respeto a la consulta del 21F va tomando cuerpo y consideramos que reivindicarlo, nada tiene que ver con la militancia política de Jesús o de su apostolado, como es el caso del cardenal Toribio Porco Ticona que, a pesar de su inocultable simpatía por el presidente y por el “instrumento”, ha manifestado su desacuerdo con que “uno nomás gobierne”, y pide a los políticos prepararse “seriamente” para gobernar, y al pueblo, a vivir el mandato de Dios.

Esta situación nos evoca los tiempos del Gral. García Meza que, pese a contar con el férreo apoyo de sus FFAA y parte de la población que estaba aborrecida por el caos que reinaba en el mundo político, creyó que podía extender su mandato a veinte años. Las condiciones de cambio que reinaban en la región eran distintas. El tiempo de los gobiernos militares había concluido e ir en dirección contraria era suicidarse. Los hechos lo confirman y su fin nada tuvo que ver con los curas o con el niño Jesús Socialista.

 
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