Crisis, parlamentarios, concejales y otros

Muchas veces, en el sentir de la colectividad, surge la preocupación sobre las labores que cumplen senadores y diputados plurinominales -designados “a dedo”- si la mayor parte del tiempo solo asisten esporádicamente a sesiones, pero ganan buenos sueldos -que se debería pagar como dietas de acuerdo con el cumplimiento que demuestren-. Otro tanto ocurre con quienes figuran como concejales en las gobernaciones y en los municipios, cuya labor es desconocida por la colectividad o cuanto más se sabe es que interfieren las labores del gobernador o del alcalde. Por causa del coronavirus vivimos una crisis jamás pensada y, lógicamente, se requiere la presencia y accionar de todo funcionario burócrata.

En el sentir colectivo, senadores y diputados (plurinominales y nominales) deberían destinar siquiera el 55% de sus haberes para atender las emergencias actuales, lo mismo debería ocurrir con los concejales, pero, en todo caso, tanto en el Parlamento como en gobernaciones y municipios son los que más reclaman sueldos que, en rigor de verdad, no correspondería pagar o hacerlo con dietas por sesión asistida y trabajo o encomienda realizada; lo demás está fuera de lugar y va en desmedro del país porque se trata de dineros que deberían cubrir refacción de hospitales, compra de camas, vituallas y otros implementos para atender la salud de la colectividad.

El caso es preocupante y surge la pregunta: ¿Senadores, diputados y concejales podrán decidir, voluntaria, honesta y responsablemente, renunciar al 55% de sus haberes por lo menos mientras dure el tiempo en que toda la población del país vive sacrificada? Luego de superada la crisis, ¿podrían ellos informar pormenorizadamente al pueblo sobre las labores que cumple cada uno?

Parecerá extraño lo que se pide a quienes se creen intocables; pero si convienen en que vivimos en Democracia y el pueblo tiene derechos adquiridos y parlamentarios y concejales están a su servicio, lo menos que corresponde es que ellos cumplan con el país en toda circunstancia y mucho más en momentos en que la población sufre y necesita el concurso de todos con miras a superar lo que debe terminar prontamente, si no se quiere que adquiera mayores proporciones.