LEVANTAMIENTO LIBERTARIO

Con la consigna “el gobierno para los criollos”, con el que por primera vez se cuestionaba el privilegio de mando de los peninsulares, se enarboló el sentimiento de identidad nacional, levantándose el pueblo de Oruro. La Villa de San Felipe de Austria, encabezada por Sebastián Pagador, los hermanos Rodríguez y otros compatriotas, al grito de “muera el mal gobierno” se alzó el 10 de febrero de 1781.

Tras derrotar a los españoles con ayuda de indígenas de poblaciones aledañas, los patriotas formaron un gobierno local de efímera duración, que luego tuvo que combatir contra los indígenas sublevados que no comprendieron los buenos propósitos revolucionarios, saqueando la ciudad y causando muertes innecesarias. En una de esas escaramuzas murió Sebastián Pagador.

Restablecido el gobierno español con ayuda de tropas realistas enviadas desde Cochabamba, Jacinto Rodríguez fue hecho prisionero y enviado a cárceles de Buenos Aires, donde pereció tras sufrir atrocidades junto a otros patriotas que lo acompañaron en el infortunio por amor a su Patria y la libertad.

Oruro fue uno de los primeros bastiones de insurrección criolla e indígena y por sucesivos alzamientos corrió sangre, al protestar por la esclavitud que impuso por siglos el poder colonial. El 10 de febrero hubo una revolución con identidad nacional, reproduciendo conceptos del “Manifiesto de agravios” que en 1739 habían emitido otros patriotas esbozando la ideología de una Nación criolla.

David Espejo

O.F.S.