Encomio para un profesional

Señor Director:

No tengo el honor de conocerlo personalmente, ni siquiera sé su nombre completo, consideraciones importantes para dirigirse con respeto a una persona, sin embargo me basta conocer su pseudónimo de Lusbel y ponderar su profesionalidad, ingenio y sagacidad.

Se afirma que la caricatura, la manga japonesa o el moderno comic norteamericano (al igual que la literatura o la pintura) no son cuestiones para hacerlo bien sino tener muy claro lo que quieres contar, de tal forma que “si te pasas con el dibujo, frenas al lector”. El dibujante tiene que identificarse con el guión y tratar de “decirlo con imágenes”, dando movimiento e interés al mismo.

En este sentido, se observa que el espíritu de observación de Lusbel, su maestría y su magistral “lápiz” indudablemente son fruto de su “organización, método y perseverancia, puesto en marcha hacia una meta claramente establecida: su profesionalidad”. Jesús Blasco -famoso historietista español- recalca al respecto que el único truco reside en haber practicado y estudiado mucho, considerando también indispensable el espíritu de observación, el ansía de experimentar y la perspicacia, como es el presente caso.

Y es que al abrir las primeras páginas del Decano de la Prensa Nacional inevitablemente advertimos y “espiamos” la aguda y penetrante “opinión” de quien con pocos trazos no necesita escribir su “mensaje” de auténtica verdad, más que de comicidad. Hoy los expertos señalan a la risa como terapia curativa que se aplica en los hospitales infantiles y geriátricos. El buen humor, afirman, crea un círculo psicológico saludable que ayuda y favorece el restablecimiento.

Reírnos no nos produce más arrugas sino, por el contrario, movilizamos la musculatura facial, producimos estiramientos de los músculos, lo cual ejerce un efecto tonificante y antiarrugas. La risa está incluida actualmente entre las llamadas emociones positivas, también lo están la sonrisa, el optimismo, la alegría, el buen humor, y la paz. Mi deseo, pues, es finalmente que el responsable de AFICHES continúe con la misma “seriedad” y entusiasmo.

Carlos G. Maldonado F.

Abogado