Potosí: cuna de artistas plásticos

Melchor Pérez de Holguín, Cecilio Guzmán de Rojas, Alfredo La Placa e Inés Córdova son sólo algunos de los representantes de la plástica potosina. Sus obras, conocidas tanto a nivel nacional como internacional, representan actualmente a todos los bolivianos. En homenaje a la efemérides de este departamento, EL DIARIO invita a apreciar las obra de algunos de los artistas más renombrados.

Daniela Guzmán, directora interina del Museo Nacional de arte, explicó a este medio que Potosí siempre tuvo en su historia a grandes maestros. El principal es Melchor Pérez de Holguín, quien es conocido por ser el fundador de la Escuela Potosina del periodo virreinal.

“Melchor Pérez Holguín es famoso y conocido artista, prácticamente el fundador de la escuela potosina del período virreinal de la historia de nuestro país. La temática, como todas las obras que se desarrollan en este tiempo, siglo XVII y XVIII, es sacra y se ve que se ha desarrollado en Potosí una calidad en la pintura, excepcional, reconocida en todo el mundo”, apunta Guzmán.

Es en el propio Museo Nacional de Arte que se tiene una de las colecciones más representativas de Holguín. De esta forma, la sala de “los grandes maestros” está dedicada tanto a la escuela potosina, como a la escuela paceña. “Los Evangelistas” y “La lavandera”, encuentran cobijo en esta sala dedicada a apreciar las diferencias y similitudes de ambas escuelas.

“La Escuela Potosina es importante por la calidad y la maestría de los rostros y las manos. La expresividad que se tenía. Melchor Pérez Holguín tienen varias etapas, alguna etapa era más oscura, luego era una paleta más colorida, por ejemplo “Los Evangelistas” y después está la etapa en la que se pueden ver diferentes características”, explica la experta.

En otras salas de este museo se pueden apreciar las obras de artistas más contemporáneos como Cecilio Guzmán de Rojas, quien fuera precursor del indigenismo en la pintura. Guzmán explica que las obras de este artista muestran la búsqueda de una identidad boliviana. El estilo de Guzmán de Rojas, además, se caracteriza por un indigenismo bastante estilizado, en el que se pueden apreciar rostros indígenas con cuerpos que tienen un estilo más occidental.

Cecilio Guzmán de Rojas fue uno de los íconos más importantes de 1930 y 1940. Más adelante se puede hablar de Miguel Alandia Pantoja, que durante los años 50 fue representante del arte social tanto en pintura de caballete como en murales.

“Los murales más importantes que tenemos en la ciudad están en el museo de la Revolución, en la plaza Villarroel y otros que se han ido perdiendo, por ejemplo el que estaba en el Palacio de Gobierno y ha ido desapareciendo. Luego tenemos una de las obras cumbres que es “La Imilla”, que con ese ganó el primer premio del concurso nacional de ese año”, aclara.

Uno de los artistas que continúa su trabajo es Alfredo La Placa, quien trabaja en cuanto a lo abstracto, al igual que Alfredo Da Silva, uno de los pocos artistas bolivianos que experimenta con materiales extrapictóricos. Por otra parte, Ricardo Pérez Alcalá demuestra su maestría en la acuarela y Walter Solón Romero, que nació en Uyuni, también fue muralista y trabajó con una temática social.

El 16 de noviembre se inaugura el ojo del pintor, dedicado precisamente a Alfredo Loayza, donde se mostrarán más de 80 pinturas de este artista para mostrar las diferentes etapas y conceptos que ha manejado porque él tenía una mirada bastante atenta a lo cotidiano, a su ciudad, entonces él tuvo el virtuosismo de plasmar esa realidad con una paleta bastante colorida de Potosí, sus alrededores, su gente. También tiene muchos estudios sobre los tejidos de Potosí.

Si bien muchos empezaron su formación plástica en Potosí, desarrollaron gran parte de su trabajo en La Paz, ciudad en la que –según Guzmán– “nadie pregunta de dónde eres”, pero reconocen un buen trabajo y lo apoyan.