Sello de garantía

El Barcelona ganó ayer al Celta (3-1) y firmó el mejor arranque en Liga de su historia, un nuevo logró que se unió al tropiezo del Atlético en Valencia (2-0) para erigirse como dominador en solitario de la Liga de Primera.

La ley del mínimo esfuerzo llevó al Real Madrid al tercer puesto. Una goleada exagerada ante el Zaragoza (4-0) le abrió paso por encima del Málaga, que quedó en evidencia en La Rosaleda con la visita del Rayo Vallecano (1-2).

Leo Messi no pudo dedicar gol alguno a su retoño Thiago, nacido el viernes. No marcó aunque lo buscó frente al Celta. Fueron Adriano, Jordi Alba y David Villa, que evidenció su recuperación absoluta, los que sentenciaron al equipo gallego.

El Barcelona, que dejó atrás el récord que ostentaba el holandés Louis Van Gaal desde la temporada 1997/98, se quitó de encima al Atlético Madrid, que cayó en Valencia, donde el cuadro rojiblanco no gana desde hace 12 años.

Un gol de Roberto Soldado torció el camino rojiblanco, que afrontó su visita con 12 victorias consecutivas y que se reencontró con la derrota siete meses después. Desde que cayó en el Vicente Calderón ante el Real Madrid el 11 de abril. En la temporada pasada.

El equipo de Diego Pablo Simeone queda a tres puntos del Barcelona y contempla a cinco al Real Madrid, que previamente había goleado al Real Zaragoza, que llegaba en racha al estadio Santiago Bernabéu (4-0), en un partido sentenciado al ritmo marcado por los argentinos Gonzalo Higuaín y Ángel Di María, y solo agitado en el tramo final con los goles de Michael Essien y Luka Modric, que pusieron el broche.

El Rayo Vallecano ganó 1-2 al Málaga, equipo que perdió el invicto en casa.