Población denuncia que la atención que prestan los forenses es insuficiente

La oficina Médico Forense de la urbe alteña, dependiente del Ministerio Público, habría reducido su atención a la población dejando cada lunes un promedio de 50 casos que estarían sin revisión, aspecto que genera un retraso en los procesos y denuncias penales que solicitan las víctimas de agresión, según denunció Vicenta Mamani, representante de las personas afectadas.

Asimismo, aseguró que de los 80 casos que eran atendidos antes ahora sólo se llega a 30 por día.

Por otra parte, aseguró que en el resto de la semana se tiene un promedio de 50 casos que deben ser atendidos.

“La demanda de la población ha sido objeto de alguna agresión o violencia, quienes para interponer una denuncia en contra de sus agresores deben presentar, en un tiempo prudente, el certificado de lesiones, otorgado sólo por esta unidad que ahora ha definido reducir la cantidad de atenciones a menos de la mitad que generalmente realizaba”, explicó Mamani.

La denuncia de las afectadas es realizada debido a que en pasados días los dos médicos forenses que atendían al mismo tiempo podían cubrir por jornada hasta a 80 personas, mientras que ahora un médico por día no puede superar la atención de 30 personas.

Agregado a ello, los perjudicados aseguraron que fuera de los perjuicios generados debido a la falta de personal se suman las condiciones precarias de las instalaciones.

“Al interior de esta casa, en ese cuartito es que funcionan los ambientes improvisados. Las personas de la tercera edad y quienes están afrontando los dolores de las agresiones recibidas, deben hacer una fila de más de cuatro horas, llegando, en muchos de los casos a las 05:30 para ser atendidos entre las primeras 20 personas, corriendo también el riesgo de ser asaltados”, denunció Jorge Huayta, quien, con 58 años, buscaba ayer ser atendido y presentar una denuncia en contra de su vecino, quien en estado de ebriedad le habría dejado varias contusiones en gran parte del rostro y la cabeza.

Las personas consultadas por EL DIARIO indicaron que la fila se inicia a las 05.00 y la atención se realiza a partir de las 08.30 hasta las 12.30; luego es reanudada a las 14.30 hasta las 18.00. Asimismo, mencionaron que cada uno de los pacientes es atendido durante 15 ó 20 minutos, dependiendo de la lesión.

Según el relato, las limitaciones de las oficinas no sólo impiden un adecuado trabajo por parte de los galenos sino que los mismos deben esquivar la falta de equipamiento, pacientes y papeleos en una extensión de cuatro por cuatro metros, donde dos camillas están separadas por un mampara y un escritorio, donde un funcionario registra y entrega el documento detallando el informe de manera técnica.

“Los mismos funcionarios, como el secretario, incluso están escuchando y viendo cuando nos revisan los médicos. Lo peor es que cuando hay casos de violación en contra de menores de edad, justo abren la puerta y ellas están siendo examinadas por el médico, causando una nueva victimización. La falta de equipos adecuados es otro de los problemas que nosotros debemos afrontar, porque no toman en cuenta que sus instrumentales están viejos y pueden causar infecciones”, observó Claudia Choque.

Las personas que buscan ser atendidas en oficinas que dependen del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) deben soportar las deficientes condiciones. Cada oficina médica tiene una camilla vieja, los materiales médicos son insuficientes, los forenses sólo cuentan con guantes, no existe un lavamanos y menos materiales de desinfección del instrumental usado.

Al respecto, en pasados días el director y coordinador del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) instalado en la ciudad de La Paz, Jorge Daza, informó que su entidad busca un ítem para ampliar la atención de los lesionados en El Alto. Además, aclaró que la ausencia de más profesionales se debía supuestamente a la escasez de especialistas.

De acuerdo con Eduardo Casa, vicepresidente de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve), se requiere por lo menos una nueva infraestructura donde ocho profesionales estén destinados a la atención de una población.