Detención de estadounidense mueve aguas turbulentas

En el momento en que una comisión de fiscales allanó la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia en Santa Cruz, se sabía que en la oficina del vocal Zenón Rodríguez se ocultaban algunos detalles más del caso de los bienes incautados al estadounidense Jacob Ostreicher, quien se encuentra detenido desde hace 18 meses en Palmasola.

La acción fue ejecutada alrededor de las 16:00 en el primer piso del Palacio de Justicia a cargo de los fiscales Rosmery Barrientos, Ángel Álvarez y Mario Mercado, junto a un equipo de policías investigadores. De la Sala Penal los fiscales y policías retiraron documentación que es sometida a un peritaje.

Cuando se produjo el allanamiento, Rodríguez no se encontraba en su oficina, luego dijo que no se llevaron ninguna documentación y señaló que nada tenía que ver en el caso de los bienes, como el arroz que fue conocido por otro juzgador. Señaló que la Fiscalía lo citó como testigo. Luego declaró que recibió presiones que le obligaron a suspender la libertad de Jacob Ostreicher.

El 11 de junio pasado, el presidente del Subcomité de Derechos Humanos del Congreso de Estados Unidos, Chris Smith, denunció en Santa Cruz que la justicia boliviana viola derechos de un estadounidense detenido hace más de un año en el país, al no haberle formulado cargos.

Jacob Ostreicher llevaba en ese momento 370 días detenido.

Éste está acusado de estar involucrado en un caso de lavado de dinero del narcotráfico, después de la detención de varios de sus empleados. El estadounidense, de 53 años, que llegó a Bolivia para fundar una empresa arrocera, lleva un año en el penal de Palmasola y ha realizado una huelga de hambre en protesta por lo que considera cargos falsos.

En mayo, un reportaje de la cadena de noticias internacional ABC News denunció el caso del empresario y el estado de la cárcel cruceña. El gobernador del penal fue destituido poco después de la difusión del material periodístico.

El 5 de noviembre el actor Sean Penn visitó a Ostreicher en el penal de Palmasola, en la ciudad oriental de Santa Cruz, un día después de su reunión en La Paz con el presidente Evo Morales, ocasión en la que constató el delicado estado de salud de su coterráneo.

Una fuente consultada por Efe, que pidió no revelar su nombre, dijo que el actor estadounidense “está totalmente preocupado” por el caso de Ostreicher, cuya salud se ha deteriorado severamente en los 17 meses que lleva recluido en Bolivia.

La presión fue tal, que el Gobierno decidió estudiar el caso y nombrar una comisión.

Los fiscales e investigadores a la cabeza del fiscal de Distrito, Henry Herrera, ingresaron a la clínica Incor para recibir la declaración de Ostreicher al existir información de que Antezana lo visitó en dos oportunidades. Sin embargo, el estadounidense se abstuvo de declarar al argumentar que ya declaró durante 96 horas ante fiscales y lo detuvieron.

Su abogado, Yimmy Montaño, denunció que un presunto funcionario del Gobierno, que sería José Manuel Antezana, le habría ofrecido a su cliente obtener su libertad a través de un “indulto presidencial” con la condición de que no se revelen movimientos bancarios relativos a los bienes incautados al estadounidense.

Allegados a los funcionarios que investigan el caso señalaron que hay presiones mayores y temen por su seguridad, porque Antezana tendría parentesco con un alto miembro del Gobierno que estuvo en el legislativo.

Las declaraciones que se vienen tomando a funcionarios de bienes incautados (Dirbai) arrojan más datos sobre este tema de manera que se convocó a declarar a ex director de Dircabi Moisés Aguilera

La Policía también recibió la instructiva de ejecutar los mandamientos de apremio emitidos a principios de este año por los fiscales Anuncio Piérola y Carlos Candia contra el exinspector de Dircabi en Montero Miguel Gutiérrez Soliz, que también está implicado en la entrega de una camioneta incautada al narcotráfico al asambleísta Lucio Vedia. Asimismo hay órdenes de apremio contra Jorge Henry Chávez Medina y Jorge Vaca Justiniano.

Al final, Ostreicher parece encontrar una luz en el fondo del túnel para recibir un juicio que reclama y las autoridades judiciales saben que Antezana tiene mucho que declarar en este caso que por el momento fue tipificado como extorsión.