Intendencia Municipal advierte venta de condimentos adulterados

(ANF).- La Intendencia Municipal de El Alto decomisó alrededor de cinco mil productos de condimentos que no tenían registro sanitario, lo que demuestra el enorme peligro al que se ven expuestas las amas de casa, según señalaron los funcionarios de esta repartición y se desconoce al momento la cantidad de este tipo de productos que circulan en el país.

El director jurídico del municipio alteño, Abraham Aliaga, confirmó que dicho establecimiento donde se procedió con el operativo “no tienen registro del Senasag, no existe fecha de vencimiento y se han recabado denuncias de que en muchos de los casos estos productos estarían siendo comercializados con moho o que su contenido sería adulterado con otros compuestos como carbón molido, ladrillo picado mesclado con ulupica, entre otros, para confundir a la población. Con el riesgo de ocasionar diferentes daños a la salud”.

La intervención fue posible por la denuncia que efectuaron los propios vecinos de la zona Tejada Alpacoma, quienes indicaron que en el sector funcionaba una “fábrica de condimentos” de forma clandestina y hasta el momento no presentó ningún documento de funcionamiento, por lo que en el transcurso de los próximos se podría proceder a clausurarla definitivamente y se podría procesar a sus propietarios.

MEDICAMENTOS

La Policía también descubrió que se importaban fármacos caducos o a punto de vencer y cambiaban las fechas antes de ponerlos a la venta. A esto se suma el hecho de que una empresa fue intervenida porque falsificaba medicamentos de alto consumo, entre ellos antigripales, jarabes, fricciones y antiinflamatorios. La Cámara de la Industria Farmacéutica Boliviana (Cifabol) calculó en 2010 que este tipo de actividades delictivas genera una pérdida de unos 60 millones de dólares anuales.

“Se estima que más o menos un 30% del mercado total en Bolivia es manejado por el contrabando y falsificación. Si estimamos ese 30%, estamos hablando de al menos 60 millones de dólares que se van a ese tipo de productos, por supuesto eso resta a la industria nacional legalmente establecida”, explicó Christian Schilling, vicepresidente de Cifabol.

El mercado farmacéutico legal boliviano mueve cerca de 180 millones de dólares al año, de los cuales un 60% está en manos de las empresas nacionales, que tienen la capacidad de abastecer el 80% de los medicamentos que se consumen en Bolivia, sobre todo los que están destinados a un primer nivel de atención.