Bolivia, país bloqueado

Desde los cuatro puntos cardinales, de norte a sur y de este a oeste, se bloquea al país. Los bloqueos y las marchas son medidas demasiado draconianas que perjudican el desarrollo del país y a la población toda. Hoy, casi todos los sectores sociales acuden a este tipo de medidas para hacer sus demandas al Gobierno. La población, ya muy cansada desde bastante tiempo atrás, viene soportando las consecuencias de estos atropellos, con cierre de principales vías de comunicación departamental, provincial y calles y avenidas de las principales ciudades. Estos actos irracionales generan innumerables problemas a la población e incalculables pérdidas al país, además de permanentes enfrentamientos con la policía, utilizando una gran cantidad de artefactos explosivos, y en algunos casos con los mismos transeúntes, con consecuencias fatales.

Los bloqueos son muy recurrentes en los últimos tiempos y se están tornando cada vez más intolerables para la población en general, porque perjudican el libre tránsito y el desarrollo normal de las actividades laborales, el tráfico de vehículos, el comercio, la industria, etc.

Los últimos bloqueos ocasionaron un triste espectáculo en las carreteras, provocando el sufrimiento de miles de pasajeros de flotas, por personas enfermas, madres con niños menores, ancianos y familias enteras, quienes soportaron las inclemencias del tiempo sin comida, agua ni auxilio médico. Eso fue muy trágico para ellos.

En estos bloqueos también se destruye el asfaltado de las carreteras y puentes, con el tendido de piedras, troncos y todo tipo de materiales, que los bloqueadores dejan en el mismo lugar al retirarse, una vez terminado el conflicto. El Estado es el que tiene que correr con los gastos de reparación y limpieza de esas carreteras y las calles de las ciudades.

¿Los ciudadanos cuándo entenderemos que se está destruyendo el país de esa manera? Bolivia necesita más trabajo de construcción y no bloqueos destructivos. Aquí cabe también preguntarse, ¿quién o quiénes se benefician con estos bloqueos perjudiciales? Recordemos que la CPE garantiza el derecho al libre tránsito de los ciudadanos, en el país. Así como obramos, ¡nunca alcanzaremos el progreso ni el desarrollo de nuestra Patria!

En Bolivia, a pesar de que se anuncia la bonanza económica, aún existe mucha pobreza, como es el caso de los jubilados que viven con míseras rentas; se puede contar con los dedos de una mano a los sectores beneficiados con la coyuntura económica por la que atraviesa el país; y ellos son los contrabandistas, los mineros cooperativistas y algunos otros sectores privilegiados.

Creemos que es hora de poner punto final a todos estos atropellos que son cometidos con los bloqueos en las carreteras y vías públicas en las ciudades del país, no se puede continuar tolerando por más tiempo y en forma indefinida este estado de cosas, como si no existiesen autoridades llamadas por ley, quienes tienen la obligación de poner coto, de una vez por todas, a estos atropellos.