Municipio rindió homenaje póstumo:

Concejo distinguió a escultor del monumento a Murillo

El monumento a Pedro Domingo Murillo, que se observa en la plaza del mismo nombre en la ciudad de La Paz , inaugurado el 22 de agosto de 1909, fue obra del escultor italiano Ferruccio Cantele. La imagen fue cuestionada porque se decía que semejaba la imagen de un torero. En ese sentido, la comuna paceña reconoció al nieto de Cantele, Ferruccio Duranti, quien realizó un estudio que constató la autenticidad del monumento en homenaje al prócer que comand&


EN UN ACTO SOLEMNE EL MUNICIPIIO RECONOCIÓ LA OBRA DEL ESCULTOR ITALIANO FERRUCCIO CANTELE.

Según datos del Concejo Municipal de La Paz, que expidió la resolución cursa en la Revista Municipal “Jiwaki” la existencia de versiones que pusieron en duda la autenticidad del monumento a Murillo, las mismas fueron descartadas con la presentación de documentos y la maqueta original de la obra.

Ferruccio Duranti, nieto de Cantele, llegó a La Paz para depositar en manos del alcalde Luis Revilla las pruebas que pasaron, ahora, a ser parte del patrimonio de la ciudad.

Duranti vino por primera vez el pasado año trayendo consigo una serie de documentos, planos y fotografías que fueron expuestos en el Museo Casa de Murillo, para desvirtuar las especulaciones sobre la figura del protomártir paceño que, se decía, correspondían a la imagen de un torero. La figura de Murillo habría sido posiblemente cambiada durante el traslado de la obra desde Italia, según la Oficialía Mayor de Culturas de la comuna.

ESCUDO DE ARMAS

En ese sentido se hizo un reconocimiento póstumo a Cantele, a través de la entrega de la distinción Escudo de Armas en el grado de Servicios Especiales, máxima distinción de la comuna paceña a personajes notables. El alcalde Revilla declaró a Ferruccio Duranti huésped ilustre de la ciudad de La Paz en reconocimiento a su contribución bibliográfica.

El acto, al que concurrieron descendientes del prócer Murillo y representantes de la comunidad salesiana, a la que perteneció Cantele, fue motivo de reflexión sobre la significación del monumento emplazado en pleno centro paceño denominado también Kilómetro Cero. El burgopmaestre hizo hincapié en este aspecto a tiempo de expresar gratitud a nombre de la ciudad por el gesto de la familia del artista que durante su estancia en La Paz fue profesor de dibujo en el colegio Don Bosco, desde entonces ha transcurrido más de un siglo, se indicó.

HISTORIA

El monumento a Pedro Domingo Murillo fue emplazado un domingo (22) de agosto de 1909, develado por entonces presidente del Concejo Municipal, Héctor Ormachea Zalles, y no así el 16 de julio de ese año, dice la revista, debido a que el Concejo decretó la suspensión de todas las actividades del Centenario, por el laudo arbitral argentino en la cuestión de límites territoriales entre Bolivia y Perú. La obra fue realizada por el citado artista italiano, quien en ese entonces se encontraba en la ciudad de La Paz, en calidad de profesor de la Escuela Don Bosco que recientemente celebró el bicentenario del nacimiento de educador italiano.

DISCREPANCIAS

En las últimas décadas se había propagado el rumor que el monumento a Pedro Domingo Murillo no correspondería a la imagen del personaje, sino a la de un torero. Se decía que el monumento cayó al mar cuando llegó a la costa chilena, lo que habría ocasionado que la estatua del prócer se perdiera y por la premura de su inauguración en el Centenario de la Revolución de Julio tuvo que ser reemplazada por una efigie de un matador. Esta creencia fue repetida numerosas veces, llegando a ser considerada como verídica, dijo la revista.

EXPLICACIÓN

La ocurrencia de que la estatua podía ser la imagen de un diestro matador, también se originó en el parecido entre el pantaloncillo de varones en el siglo XVIII y el de los toreros, ambos terminan por debajo de las rodillas, mostrando la calceta hasta llegar a los zapatos. Lo que para los conocedores del mundo de la tauromaquia sería inaudito ver un torero calzando zapatones de tacón ajustando con robustas hebillas de metal, como se ve en la estatua de Murillo, en lugar de las livianas zapatillas que exige la fiesta brava para correr cuando el toro embiste al matador. Asimismo, el capote de desfile que los diestros realizan al inicio de la faena es mucho más pequeño que la capa que observamos en la obra de Cantele, que llega hasta el suelo. El escultor ha dejado un hombro descubierto para apreciar la indumentaria civil del prócer y hacer más visible el manuscrito de la Proclama de la Junta Tuitiva que lleva en la mano derecha.

PRUEBAS

En 2013, Ferruccio Duranti llegó de Italia a La Paz trayendo consigo los documentos correspondientes al Testimonio de Escritura del Monumento a Murillo y fotografías de la maqueta y del modelado de cada una de las piezas escultóricas que conforma la insigne obra. Esta documentación fue confiada inicialmente al Director del Colegio Don Bosco, quien se comprometió entregarla al Gobierno Autónomo Municipal de La Paz. De esta manera, este tesoro documental llegó a ser parte de la Casa Museo de Murillo, dependiente de la Oficialía Mayor de Culturas, donde se montó una exposición con estos documentos en el mes de julio de 2013.

AUTENTICIDAD

Mediante el estudio de los documentos y fotografías provistos por Ferruccio Duranti, fue posible demostrar la autenticidad de la estatua del prócer Pedro Domingo Murillo, echando por tierra interpretaciones sin fundamento. Así como estas escrituras son fidedignas, también lo son las excelentes fotografías que muestran la obra el día de su inauguración oficial, con la fisonomía de la plaza en esa época, donde aún no se había construido el edificio de la Academia Militar de Historia y el de la Cancillería estaba a medio construirse.

 
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