¿Seremos potencia nuclear?

La periodista que se encarga de tenerme informado las veinticuatro horas del día me dijo con voz resuelta: “Esta noche no se irá a dormir de acuerdo con el horario de las gallinas, debiendo permanecer a mi lado para escuchar el mensaje presidencial que dirigirá nuestro mandatario a Potosí, cuya fiesta se celebra cada 10 de noviembre”.

Fastidiado ante el hecho de no poder planchar la oreja a una hora temprana, pregunté a mi comadre si nuestro Presidente diría algo importante o solamente diría macanas, respondiendo la perspicaz periodista cochabambina: “me ‘tinka’ que nos hará conocer su decisión de constituirse en un líder atómico”, lo cual me hizo parar las orejas.

Como aún era temprano, pregunté a Macacha cómo se sentiría al ser una ciudadana de un país que contara con un arma tan peligrosa.

Ella cerró sus ojos chaskañawis y me dijo: “roguemos a Dios porque así no fuera…”, repitiéndome su opinión de “que Evo con una bomba nuclear sería más peligroso que un mono con navaja”.

Según la sagaz reportera nacida en Quillacollo, la energía nuclear ya no es ambición personal de nuestro Presidente Vitalicio, pues ya ha surgido una legión de ciudadanos con conocimientos suficientes para formar una Comisión de Energía Nuclear que ya funciona para dar forma a ese proyecto y ya conversó con expertos argentinos y de otras nacionalidades, lo cual inquietó más a mi socia periodística.

Hasta que al fin llegaron las diez de la noche, hora del discurso mensaje a Potosí, escuchándolo ambos con atención y cierto temor.

Macacha me hizo notar que nuestro mandatario no ha cambiado mucho, pues dijo a los potosinos y al país que en nueve años de gobierno habían recibido más dinero que en tiempos anteriores, leyendo cifras con la misma dificultad de siempre, siendo corregido a veces por Alvarito que lo acompañaba.

Cuando la cholita y yo nos cogimos de las manos porque pensamos que haría el anuncio atómico, la emisora sufrió un desperfecto y sus ondas callaron, lo cual nos permitió suspirar aliviados, pues nos demostró que si la radio del Presidente deja de funcionar por desperfectos silenciando así al primer ciudadano del país, eso nos demuestra que estamos muy lejos de poseer y dominar la energía nuclear que es mucho más complicada.

Para agravar y complicar más nuestra situación, se cortó la energía eléctrica y Macacha tuvo que ir a su casa para traer velas y continuar comentando las noticias.

A la luz de las velas, como en centenares de pueblos y aldeas bolivianas y barrios alejados de nuestras ciudades, seguimos charlando acerca de la inminencia de utilizar en Bolivia la energía nuclear y de ser los proveedores de energía a la América del Sur.

Yo me fui a dormir, mientras Macacha continuó indagando si Evo se encuentra tras la energía atómica como símbolo de su poder nacional e internacional.