Bolivianos celebran Día de los Difuntos

La tradición popular marca que hoy 2 de noviembre es el Día de los Santos Difuntos, fecha en que familias enteras se trasladan a los cementerios, para rendir culto a sus muertos.

Con mesas, altares y visitas a los cementerios, la población paceña celebra el Día de los Difuntos en un marco de unión y reconciliación familiar, y con los seres queridos, que ya partieron de este mundo y que, según las costumbres, retornan el 1 de noviembre, para marcharse 24 horas después, en la denominada fiesta de Todos Santos.

Ayer se conmemoró Todos Santos y a mediodía después del armado de la tradicional mesa (con dulces, golosinas y repostería), la población recibió la visita de las almas, que por 24 horas se encuentran en el mundo humano y hoy, a mediodía partirán al lado de Dios.

ALIMENTOS

La fiesta ceremonial de Todos Santos representó para miles de creyentes la preparación de alimentos, bebidas y frutas para esperar este día de reconciliación, compartir, bailar, armonizar y rezar a las almas. “Por eso nosotros preparamos una mesa, un altar”, dijo una de las personas que se aprestaba a asistir a uno de los cementerios de la ciudad.

Muchos armaron sus mesas en cuatro niveles, el primero estaba destinado a las primeras almas, el segundo a las que están en transición, el tercer nivel a aquellas que están completando la transición y el cuarto nivel son aquellas que han llegado al ‘Wiñaya Marka’ o al pueblo eterno.

Las mesas o altares se mostraban rebosantes de alimentos, de panes de diferentes clases, de dulces y frutas, para la almas. Para muchos ellos (las almas) vienen para compartir con nosotros.

SIGNIFICADOS

Según el investigador Fernando Huanacuni, cada uno de estos alimentos tiene su significado, por ejemplo las ‘t’antawawas’ representan al difunto; ‘los caballos y llamas’ según los abuelos, son los que llevan a las almas; las escaleras, son importantes, porque sirven para subir al cielo y para bajar al altar; la cruz, representa a Cristo crucificado y protege al difunto en su retorno momentáneo a la tierra.

La caña de azúcar, sirve como un bastón durante su caminata en la tierra, además de que esta contiene agua para calmar la sed del difunto. Las flores representan la naturaleza y el campo florido. Una vez recogido el altar se las lleva al cementerio.

Según Huanacuni, los dulces son para los ‘angelitos’ (los niños que fallecieron), cuando tienen la forma de una canasta, sirven para llevarse cosas. La ‘Tuquru’, (tallo de cebolla) sirve para almacenar agua y calmar la sed de las almas en su recorrido. La música tiene un papel importante, “en esta época se toca la tarka y el pinkillo, es una forma de llamar la lluvia y a nuestros ancestros”.

REZAR POR LAS ALMAS

Para el historiador es una forma de redistribución de los alimentos, a cambio de los cuales, se pide que recen por las almas, por el amor, la armonía en la familia, en la comunidad y la vida misma.

La celebración a la muerte tiene su origen en la antigüedad, cuando la creencia de una vida luego de la muerte hizo que los antiguos prepararan ceremonias fúnebres y vistieran con trajes y joyas a sus muertos, para luego enterrarlos en castillos y pirámides, de acuerdo a los rangos y status, que tenían en vida.