¡Dakar! ¿Qué Dakar?

Terminó el famoso Dakar 2018, calificado como el segundo acontecimiento más grande del mundo en el deporte automotriz, quedando segundo después de la Fórmula 1, sin embargo la cobertura de este gran acontecimiento no es reflejado en los principales ramos de la prensa escrita y con poca cobertura por parte de los principales canales del Reino Unido, incluida la BBC. Es decir que el Rally Dakar no tiene la atracción que tienen otros eventos mundiales y sus etapas fueron televisadas solamente en canales marginales.

El Dakar 2018 atrajo alrededor de cuatro millones de espectadores en todo su recorrido y un movimiento económico de alrededor de 150 millones de dólares, en su paso por 265 comunidades del occidente de Bolivia. Por su parte Bolivia pagó alrededor de 4 millones de dólares por la franquicia francesa,

Es indudable que la promoción y la imagen en el ámbito turístico que provee el Dakar al país es muy alto, aparte del movimiento económico que genera y que también es muy importante, pero también hay que recalcar y hacer un balance minucioso, sobre la huella que dejó esta carrera en términos medioambientales.

La prensa ha hecho un eco muy tibio sobre los impactos y destrozos ambientales, especialmente en zonas vírgenes y semi vírgenes que dejan estas máquinas y que arrasan los suelos sin piedad, ya que el peso de los vehículos es sustancial y con velocidades que pasan los 80 kilómetros por hora, la pérdida del suelo, daños en los humedales y compactación de los suelos y efectos indirectos por disturbios para el suelo, agua y vegetación.

Según los organizadores, pusieron y seguirán poniendo mucho empeño en el aspecto del medio ambiente, y las 100 toneladas de basura y desechos que produjo el Dakar es inmenso, a pesar de que un cierto porcentaje será reciclado; para apalear este peligro de los desperdicios el municipio de Uyuni hizo una provisión de doblar el número de personal para recoger la basura.

La Unesco y muchos centros de estudio sobre el medioambiente manifestaron su preocupación por el impacto sobre el patrimonio natural y arqueológico del país, por eso tenemos que cuestionarnos si el Dakar Rally genera algún beneficio. ¿Por qué esta clase de deporte no se organiza en Europa?, ¿será que los beneficios económicos no llegan a sopesar las pérdidas ecológicas?

Cada político, cada persona humana, cada boliviano tiene que sacar su propia conclusión y actuar en consecuencia.