Comiteísmo a terapia intensiva

El conflicto por el yacimiento de gas Incahuasi, aún no sofocado, trae efectos inesperados a nuestro país, alterando el futuro inmediato de los comités cívicos, generando nuevas opciones de poder regional y posiblemente, truncando aspiraciones presidenciales.

Así, por ejemplo, la ruptura política entre los comités cívicos de Santa Cruz y Chuquisaca, la interpretamos como una fractura nacional que distancia en algunos aspectos, a Oriente y une, tal vez, a Occidente.

Si el Comité cívico obtuvo una victoria para su departamento, dueño de Incahuasi, ésta podría ser mínima, pues, en el fondo, significaría cierto aislamiento departamental respecto a los ocho restantes departamentos de Bolivia.

Es probable que influya también en el colapso de la candidatura presidencial del actual gobernador de Santa Cruz, porque el voto tendría un ribete localista y no de tipo nacional, como venía ocurriendo.

En cuanto al Comité cívico chuquisaqueño, si bien impulsó masiva protesta y exigencia perentoria de renuncia del gobernador de Chuquisaca, en cambio dio ingreso a la comunidad rural, como solución de fuerza en los conflictos regionalistas.

De tal manera, el choque entre ambos comités, logró en cuestión de días, plantear el debilitamiento paulatino del comiteísmo nacional.

Este vacío político, estaría siendo ocupado rápidamente por las comunidades originarias y campesinas, que por su poder político, proveniente de la relación con el gobierno, cambiarían la correlación de fuerzas campo-ciudad, acentuando su dominio de la tierra y del territorio.

Un ejemplo de lo aseverado, constituye “el permiso” de diez comunidades que habitan los distritos 10 y 11 de Tariquía y El Cajón, departamento de Tarija (cuyo Comité cívico estaría neutralizado), para que se cuantifique el potencial gasífero del “Astillero”.

Es decir, las comunidades que alegan ser propietarias de tierra-territorio, tienen en sus manos la llave para abrir los recursos naturales, desplazando la veterana convicción de quienes nos sentimos bolivianos, de que Bolivia es única e indivisible.

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