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[Eric Cárdenas]

Lucha por la democracia


El 4 de noviembre de 1964 se inició el ciclo de gobiernos militares con la toma del poder político por los generales René Barrientos y Alfredo Ovando, ciclo que con algunos interregnos de gobiernos elegidos en elecciones duró hasta el 10 de octubre de 1982.

La presencia en el poder de los gobiernos militares respondió en buena medida a las políticas de Estados Unidos en su confrontación ideológica con el comunismo internacional, liderado entonces por la ex Unión Soviética, aunque no faltó algún régimen de orientación socialista, como lo fue en nuestro país el gobierno de Torres Gonzales.

La represión fue una de las características del esquema militar en el gobierno, y la reacción a éste fue la defensa de las libertades y derechos, es decir la democracia, aunque bajo esta se cobijaron corrientes ultristas que por principio no eran democráticas y, por el contrario, apenas estuvieron en el poder, reprimieron más. Los años sesenta y setenta fueron de una lucha heroica por reconquistar la democracia y el estado de libertades.

La lucha por la democracia tuvo un alto costo en vidas, libertades y, en general, vulneración a los Derechos Humanos; cientos de ciudadanos estuvieron encarcelados, otros desterrados y los más vivieron “a salto de mata”, hasta que en octubre de 1982, el último presidente militar, el Gral. Guido Vildoso Calderón, entregó el poder a Hernán Siles Zuazo, elegido por el Congreso de 1980.

En el decurso del ciclo militar en el gobierno, hubo algunos regímenes que se destacaron por una mayor limitación a las libertades y otros no, pero todos fueron “de facto”. Fue también el cambio en la política norteamericana, de retornar a la democracia, que influyó en nuestro país. Este cambio se debió a la teoría de que los comunistas habían tomado para sí el ser defensores de la democracia y los derechos humanos, y los verdaderos demócratas eran arrastrados tras esa táctica de quienes no eran demócratas.

Si bien en los años 70 y 80 hubo elecciones, fue a partir de 1982 que se estabilizó la democracia como sistema de gobierno, con elecciones cada cuatro años para alternar el poder, el equilibrio entre oficialismo y oposición, y un sistema de partidos que funcionó acorde a esa situación, con alianzas y acuerdos, lo que fortaleció la democracia.

En ese tiempo, a partir de 1982 se dio también un cambio en el modelo económico que desde la Revolución Nacional de 1952 estuvo vigente hasta 1985, es decir de un modelo con una importante intervención estatal, a uno de economía de mercado abierta, luego de la crisis económica en el gobierno de Hernán Siles Zuazo. A ese modelo se denominó “neoliberal”.

Luego de 21 años del modelo de economía de mercado, y tal como predijo el ex presidente Víctor Paz Estenssoro al implementar el DS 21.060: “este modelo durará al menos 20 años”, éste fue sustituido por una política económica diversa, con rasgos estatistas y capitalista a la vez, aunque el papel del Estado fue sobredimensionado. En este tiempo también se ha establecido un régimen de gobierno “populista”, que en buena medida ha limitado los derechos ciudadanos e implantado un esquema hegemónico de poder (como lo anunció el vicepresidente), que controla todo el aparato del Estado y la institucionalidad estatal ha sido cooptada por el gobierno. El sistema de partidos fue debilitado al extremo, mediante la persecución judicial a sus dirigentes, para luego, ante el crecimiento de las organizaciones sociales (plataformas y comités), darles funcionalidad perentoria a los partidos para que en breve tiempo se reorganicen y concurran a las elecciones del próximo año para hacer frente a la candidatura oficialista, rechazada por el voto popular mayoritario en referéndum de 21 de febrero de 2016.

Hoy la ciudadanía mayoritariamente está de nuevo en la lucha por la democracia, proclamando el respeto a la voluntad del pueblo expresada en el voto. Y esperemos que esta lucha y resistencia al continuismo populista, no engrose el elevado número de vidas humanas, presos y perseguidos. Pues como dijimos en una nota anterior: “la libertad no sólo se la conquista, hay que defenderla permanentemente”.

El autor es abogado y politólogo.

 
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Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender
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