Para hacer historia

El equipo de Bolívar entrenó ayer por la noche en el estadio Hernando Siles a puertas cerradas, a dos días del partido con la Universidad Católica de Chile, que definirá su clasificación a la siguiente fase de la Copa Libertadores.

Los jugadores de la Academia están conscientes que están muy cerca de hacer historia en el fútbol boliviano con una clasificación a la siguiente fase de este torneo continental, lo que no se consigue desde el 2000. Para algunos jugadores, no hay presión por conseguir la victoria en este partido, como lo señala el defensor argentino Pablo Frontini: más que una presión, es una sensación distinta a lo que se vive habitualmente, estamos en una posición en la que hace mucho tiempo un equipo boliviano no está, y tal vez por eso es una sensación distinta; pero, sinceramente, presión creo, que por lo menos algunos de mis compañeros y yo no la sentimos”, señaló Frontini.

Por su parte, Damián Lizio afirmó que si bien existe cierta presión, ellos deben saber manejar ésta, para no perder la concentración, “hay que saber jugar con esa presión, y tratar de que no te perjudique, sino de que te ayude”, dijo el volante argentino.

Sobre el rival, los dirigidos técnicamente por Ángel Guillermo Hoyos coincidieron en que el equipo chileno vendrá con la mentalidad de sacar los tres puntos, ya que es el único resultado que le sirve para instalarse en los octavos de final. “El rival va a venir a atacar, sabe que se juega la clasificación y tiene que ganar, sino queda afuera·, afirmó Damián Lizio; Walter Flores señaló que será un cotejo complicado por la situación del rival de turno: “va a ser difícil, un rival muy duro, seguro ellos también van a buscar su participación acá”, señaló quién será el capitán de Bolívar ante la ausencia de William Ferreira.