El Bala, ¿generador de mucha energía?

Desde hace varias décadas, el caso del Bala ha sido motivo de estudios, proyectos, suposiciones, criterios favorables y contrarios, especialmente por los aspectos de conservación del medio ambiente y la preservación de tierras, fauna y vegetación; pero la verdad es que con las nuevas tecnologías que hay en el mundo, nada raro sería que las muchas dificultades que se ha supuesto, se las podría solucionar.

En el caso del Bala, técnicos y entendidos -incluyendo algunos extranjeros- (en Bolivia, entre los técnicos que estudiaron el tema está el Ing. Mario Alfonso Ibáñez) aportaron importantes datos que se los tendría que estudiar y ver su factibilidad. El proyecto podría implicar embalse (“cerrar la boca de un valle mediante un dique o presa, y en el que se almacenaría las aguas de uno o más ríos, a fin de utilizarlas para el riego de tierras, producir energía eléctrica”, etc.).

El Bala, en territorio paceño, “tiene 60 kilómetros de ancho y un volumen mínimo de caudal de 1.050 m3/segundo; podría producir aproximadamente de 1,5 a dos millones de kilowatios para electrificar e impulsar el desarrollo industrial del norte paceño, de Beni y Pando y crear excedentes para exportación a Brasil, Perú y norte de Chile”. El estudio señala que “embalsado el río Beni en el angosto del Bala mediante la construcción de un gran dique, las aguas de la represa formarían un extenso lago de unos 102 kilómetros de largo por otros 30 Km. de ancho con una superficie aproximada de 1.200 kilómetros y con una capacidad que sobrepase probablemente los 20.000 millones de metros cúbicos de agua”.

Los estudios son posiblemente interesantes y la lectura de los mismos podría proporcionar datos importantes para el caso de que se decida tomar al Bala como un elemento que pueda contribuir al desarrollo del país; pero es preciso tomar en cuenta las observaciones de entendidos en temas ambientalistas y, tal vez, en las consecuencias que conllevaría el embalse de los grandes caudales de agua, aunque también se indica que todo puede ser regulable para que no afecte a ninguna región del territorio nacional y muy especialmente a las del Madidi y subsiguientes regiones, como son Isiboro Sécure y otras.

Innegablemente, habrá que cuidar muchos detalles y asegurar que no haya interferencias que hagan peligrar cualquier proyecto y que, conforme a estudios últimos, impidan la realización de lo que sería un gran avance. Por ello, sobre la base del mucho dinero que el Gobierno dice tener y podría recaudar en el futuro, valdría la pena hacer tales inversiones, en lugar de gastos financieros de poca utilidad para el país. El proyecto, idea o intención -“a grosso modo”- parece muy interesante y conveniente, pero habrá que ver y estudiar sus implicaciones futuras.

El Gobierno, seguramente recurriendo a los estudios que el Estado debe tener en alguna dependencia ministerial, debería “poner sobre el tapete” este proyecto y, luego de examinarlo y estudiar lo conveniente, llevarlo a cabo o desecharlo.