Colón tiene la culpa

Al calentarse el clima electoral, los discursos y arengas también suben de temperatura, sobre todo en los pueblos y villas rurales, donde el nivel cultural es menor que en nuestras ciudades.

Si mi comadre Macacha no existiera (toc - toc - toc, tocaré madera) yo no me enteraría de nada y mi columna periodística aparecería en blanco, o tendría que ser reemplazada por otra que tal vez se llamaría “La noticia en polleras”, firmada por una tal Macachavich de origen quillacolleño.

Fue la cholita de marras quien me anotició de que el eterno candidato a la Presidencia de la República y Presidente Vitalicio del Estado Plurinacional y Folclórico anunció a sus huestes boquiabiertas que los conquistadores españoles derrotaron al Imperio incaico gracias al espanto que provocaron sus caballos, animales de combate desconocidos en esta parte de América y que otra habría sido la suerte del Kollasuyo si esas bestias de espanto no hubieran intervenido en la captura del último de los incas, el histórico Atahuallpa.

Cuando mi pariente espiritual hizo una pausa en su relato, le dije suavemente que su relación histórica era verdadera, pues correspondía a la de los cronistas de ese tiempo que nutrieron a todos nuestros historiadores, pero la “hualaycha” cholita (léase: la pícara mestiza) añadió: “No se adelante, compadrituy, que aquí viene lo sabroso, pues les dijo a continuación que deberíamos exterminar a todos los caballos existentes en nuestro territorio, pues ellos son los descendientes de aquéllos que derrocaron al ínclito Atahuallpa”.

El cuerpo me hizo ras al pensar en un sangriento equinocidio que se cometería en nuestro infortunado país, donde en varias ciudades existen clubes hípicos, donde hace ya varias décadas se practica deportes ecuestres, siendo tal vez el más antiguo el afamado Club Hípico “Los Sargentos”.

Pensando en las barbaridades que se puede decir en una campaña electoral, preferí atribuir la calenturienta información a la tropical fantasía de mi socia periodística, pero antes de decir yo una palabra, la cholita-periodista me dijo: “Hay algo más que el súper candidato dijo a sus electores boquiabiertos, y se lo transmito con dolor, pues tiene que ver con Cristóbal Colón, el genial navegante que descubrió América en 1492, llevando en sus tres carabelas a los primeros conquistadores españoles, pues el súper candidato les manifestó a sus huestes boquiabiertas que hará desaparecer todos los monumentos que hubieran sido erigidos y hará borrar el nombre de Colón en todas las calles y plazas que hubieran sido bautizadas con el nombre del descubridor de nuestro continente”.

Como todo ese relato me pareció una aberración, solicité a mi comadritay que ya no me cuente relatos parecidos al que acababa de escuchar, pues cada día que pasa estoy más convencido de que Evito es el principio y el fin no sólo de nuestra historia, sino de la historia universal, asegurando ante nuestros lectores que Macacha y yo votaremos cuatro veces por él.