América precolombina

“El Dorado que alimenta”

Por Clovis Díaz de O.F.


EN LAS FOTOS DE ALBERTO VALERO, PRINCIPALES FUENTES ALIMENTICIAS DE AYER Y DE HOY: LA PAPA, DERIVADOS DE LA PAPA; TOMATE Y UNA ESPECIE DE AJÍ. ESTOS ALIMENTOS PROPIOS DE AMÉRICA DEL SUR ALIMENTAN TAMBIÉN A LA HUMANIDAD.
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EL DIARIO. Especial.- En los primeros años del violento ingreso de los ejércitos españoles al Nuevo Mundo, en el Siglo XVI y mucho antes, desde el primer viaje de Cristóbal Colón que había partido desde la vieja Europa en búsqueda de nuevos territorios para provecho de la Corona española, flotaba en aquel ambiente la leyenda de “El Dorado”, especie de maravilloso paraíso terrenal, cubierto de inmensas riquezas y de grandes grupos humanos, esperando a sus descubridores

Soldados de España, Portugal y de los más recónditos pueblos de Europa se alistaban en los contingentes colonizadores que atravesaban los mares hasta pisar tierra firme en el entonces desconocidos Nuevo Mundo.

La columna armada con la espada y la cruz sometió a México en 1519 y luego, nuevos contingentes invasores, fueron bajando desde aquel país avasallado, siempre en dirección sur y en todo ese recorrido marcado a sangre y fuego, los invasores escuchaban la leyenda de El Dorado.

Caballeros, capitales, soldados y muchos curas, alentados por la cercanía (cada vez más lejana), de El Dorado, navegaron, cabalgaron y caminaron con la brújula orientada al prometedor Sur sin encontrar jamás aquel paraíso.

HOMBRE DORADO

“Los españoles y muchos otros europeos habían acudido en gran número a la América del Sur con la esperanza de encontrar El Dorado…un hombre del que, se decía, se había cubierto enteramente con polvo de oro para su coronación. Con el tiempo, “El Dorado se llegó a asociar con todo un reino de fabulosas riquezas, que los exploradores buscaron sin éxito…” comenta uno de los temas de “Los Reyes de El Dorado” de los autores Thomas Dickey, John Man y Henry Wiencek, Editorial Folio.

DORADO BOLIVIANO

En 1926, el meritorio estudioso Medardo Chávez, escribió precisamente sobre El Dorado en los siguientes términos: “El Dorado de Bolivia se compone del territorio de las Colonias y la provincia Vaca Diez, del departamento del Beni, situados ambos al noroeste de Bolivia, entre los grados 10 al 14 de latitud y entre los grados 67,28 al 74,26 de longitud Oeste de París. Su extensión es de 130 mil kilómetros cuadrados, el Territorio de las Colonias y 19 mil 560 kilómetros cuadrados de la provincia Vaca Diez del departamento del Beni, formando un conjunto total de 149 mil 560 kilómetros cuadrados”.

NEVERMORE

Edgar Allan Poe, nacido en Estados Unidos (1809-1849), famoso por su poema “El cuervo” (The Raven), que escribió en su casa situada entre las calles 84 y Broadway de Nueva York, también dedico un poema a El Dorado y dice asÏ: “Orgulloso, todo acero,/ Va el galante caballero;/Bajo el sol y entre la sombra ha cabalgado,/Para ahuyentar su aflcción/ Va cantando una canción/ y en la busca de “El Dorado”.

Poe, continúa: “Mas, al fin ha envejecido/El caballero atrevido;/La tristeza con su sombra, lo ha anegado;/En ninguna parte ha visto/ Ese país inconquisto/ Cuyo nombre es El Dorado,/ Y como la resistencia/ Se le va con la existencia,/Le ha preguntado a una sombra que ha encontrado:/---Sombra detente---le dijo,/¿Puedes decirme de fijo/Dónde se encuentra El Dorado?/…Más allá de la montaña/Que, en la luna se ve huraña:/En el valle que de sombra está poblado,/Allí, caballero andante,/Dijo la sombra, al instante,/Encontrarás El Dorado”, concluye Poe.

A este poema, habría que añadirle la frase lapidaria del poema “El Cuervo” del propio autor: ¡”Nevermore”! es decir, ¡Nunca Más!

Jamás fue encontrado El Dorado por los europeos y sin embargo, por las interminables sendas que recorrieron y por los pueblos que destruyeron a su paso, estaba presente El Dorado.

Durante las incursiones coloniales a los pueblos indígenas, algunos soldados capturados por los nativos del Nuevo Mundo, fueron obligados a beber oro fundido. Los nativos les preguntaban: ---¿Esto comes?

En los primeros años de la denominada “conquista”, el afán de oro, hizo posiblemente pensar a los habitantes nativos que los soldados españoles se alimentaban de aquel precioso metal.

Poseer oro ayer y hoy, como bien sabemos, es símbolo de riqueza y fue una de las causas de mortales enfrentamientos entre fracciones españolas en la temprana colonización de Latinoamérica.

El Dorado fue una quimera que motivó el avance ininterrumpido de los colonizadores, siempre hacia el sur de nuestro Continente. En aquel lento recorrido --ellos no lo sabían--- estaba presente El Dorado.

¿Cómo así? Simplemente, cuestión de tiempo, época y enfoque. Para los colonizadores, El Dorado fue la riqueza del oro, de tierras y de semiesclavos y por aquel la concepción típica de la Colonia, fueron incapaces de ver la otra realidad: los alimentos nativos que desde tiempos inmemoriales, servían a gentes de todos los pueblos precolombinos.

Irónico, aquellos alimentos que proporcionaba la vida a los pueblos oriundos de América Latina, colonizaron a su vez, la existencia de millones de seres humanos cobijados en el Viejo Mundo y en nuestros días, aún reinan.

APORTE MUNDIAL

Veamos cuáles fueron y son los alimentos que a nuestro juicio, encarnan la riqueza inagotable de El Dorado que siendo originarios del Continente Americano, desde hace siglos, alimentan aún en este Siglo XXI, a casi toda la Humanidad.

Con motivo del quinto centenario o mejor de los “500” años de la incursión europea a nuestra América, Biblioteca Hiberoamericana-Anaya, publicó una serie de libros conmemorativos, entre ellos uno de especial interés: “Contribuciones hiberoamericanas al mundo” Botánica, Medicina, Agricultura” de Miguel Angel Martínez.

Algunos ejemplos: “El cereal más importante de América, es el maíz…aparte de los platos que se preparan con esta planta, hacen de ella una de las especies más útiles a la Humanidad”. Otra planta que contribuye bastante a las dietas de varios pueblos, es la papa (…)La yuca es ampliamente cultivada (…) El camote, es otra de las plantas de amplia difusión por todo el mundo”.

Prosigue: “De la quinua, importante pseudocereal rico en carbohidratos y proteínas(…)Los amarantos(…)Entre las plantas productoras de proteínas vegetales que ahora se cultivan en varias partes del mundo (originarias de América Latina), están las calabazas(…)Los frijoles, otro de los cultivos ampliamente difundidos en diversas partes del mundo(…).El cacahuate o maní, es otra de las plantas sudamericanas con alto contenido de proteínas y aceites comestibles, se popularizó desde la época colonial en otras colonias españolas y en Europa”.

Continúa Miguel Angel Martínez. “El aguacate palta, cuya pulpa es rica en aceites (…) Del Girasol se extrae un excelente aceite comestible (…) La malanga (en Bolivia “papa walusa”), Oca, un tubérculo (…) Una de las frutas más difundidas por el mundo es el tomate o jitomate, planta de origen sudamericano. Hacia el año 1600 ya estaba ampliamente distribuida en Europa y de allí desde Europa se difunde a Oceanía y Asia (…) La chirimoya, la guayaba, la papaya, la piña, mamey, níspero e infinidad de colorantes vegetales.”

Agrega: “Entre saborizantes, la albahaca,zarzaparrillas, pimienta gorda. El chili, ají, pimiento o pimienta de indias, fue una de las primeras especies que recibieron los Reyes Católicos: en 1493, Colón les entregó muestras junto con algodón y aromas. En 1548 ya se cultivaba en Inglaterra y hacia 1585, en Moravia, aunque en 1526 ya estaba en Hungría.

La importancia de las substancias saborizantes en el mundo actual, está muy bien representada por la vainilla y ahora se cultiva en varias islas del océano Indico, Uganda, Tahití, Java. El laurel serrano, para aromatizar comidas y bebidas. El cacao, que rápidamente alcanzó popularidad en Europa. El cacao se introdujo en Europa en 1526. El mate, guaraná(…)Una de las plantas estimulantes que más importancia tiene en el mundo, es el tabaco.

Suficientes ejemplos que testimonian la existencia de El Dorado como productor de plantas alimenticias en el período precolombino y que durante la Colonia, dichas plantas fueron difundidas en el mundo entonces conocido.

Actualmente, América Latina continúa sorprendiendo a la Humanidad, con plantas originarias de este extenso territorio que, borrando fronteras, alimenta a millones de personas que tienen además, acceso al consumo de plantas curativas.

Este paraíso vegetal, pasó desapercibido para los buscadores de El Dorado pero, de ninguna manera, para la Humanidad. (clovisdiazf@gmailcom.

 
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