Gobernantes laicos en apuros

La llegada a Bolivia del Papa Francisco anunciada para el mes de julio ha comenzado a movilizar diferentes ambientes gubernamentales y otros, pues tal acontecimiento convertirá a nuestro país en el centro momentáneo de las noticias.

Mi reportera periodística y pariente espiritual captó “al vuelo” la trascendencia del hecho y me pidió que la instruyera acerca de tal asunto, pues nunca había visto en su vida ni siquiera a un Obispo, menos a un Arzobispo ni a un Cardenal, reduciendo su conocimiento de tales jerarquías a su relación laboral con un Sacristán como yo.

Dije a la cholita nacida en Quillacollo que no se preocupase mucho por su falta de conocimientos eclesiásticos, pues probablemente sean iguales a los que tiene el Presidente del Estado y todos sus ministros y viceministros, que respecto al Padre de la Cristiandad no saben “de la Misa a la media”, lo cual no es condenable en un país como el nuestro, que en ciertas épocas tuvo curas como revolucionarios y hasta tuvo curas que fueron diputados y senadores, llegando a convertir nuestra Nación en un “país laico” para marchar hacia el socialismo, reemplazando a la cruz por la hoz y el martillo y obligando a su militancia a jurar levantando el puño.

La cholita escuchó mis palabras con atención, para reiterarme que ella seguirá siendo católica, apostólica y cochabambina y siempre fiel a Roma, pues el Papa es siempre Obispo de Roma, aunque esta verdad la desconozcan los gobernantes laicos de nuestro país proclamado laico, aunque su Presidente Vitalicio se declare católico y que él fue bautizado, como sucedió y sucede con todos los niños de Orinoca.

Como la veloz reportera ya inició hace algún tiempo sus labores informativas, colándose en las oficinas palaciegas y otras anexas que empezaron ya a preparar la llegada del Santo Padre a nuestro país, me sugirió que ella vería con satisfacción que el ministro de la Presidencia, señor Ramón Quintana, organizase a la brevedad posible unos cursos breves de catecismo con destino a ministros y altos funcionarios que estarán cerca del Papa Francisco para evitar papelones de algunos que ni siquiera saben santiguarse y ya se han olvidado del Padre Nuestro, del Ave María y del Gloria.

Su idea me pareció fantástica y dije a mi comadritay que el mencionado Ministro pusiera tanto entusiasmo por la visita del Pontífice Francisco como el que despliega cuando el Rally Dakar recorre algunos caminos de Bolivia.

Ojalá que dentro de pocos días sepamos que el ministro Quintana organice un curso rápido de catecismo para que Evo y otros funcionarios sepan o recuerden las nociones elementales contenidas en el Catecismo del Padre Ripalda.

Todo sea para mayor gloria de Dios, me dijo mi beatísima comadre, quien quiere evitar papelones a algunos de nuestros gobernantes laicos.