Revuelo nacional

El país ha sido recientemente conmocionado por una serie de eventos que mezclan problemas de índole “sentimental” o amoroso, con vínculos que permiten a alguien muy joven aparecer con un alto cargo, viviendo en una mansión muy costosa, lo que a su vez está asociado a su cargo como una de las gerentes de la empresa CAMC, china, que se adjudica en corto tiempo numerosos contratos con el Estado, lo que en conjunto representa contratos por US$ 556 millones. Claramente estos contratos han tenido un tratamiento expedito debido a los procedimientos de contrato directo o por excepción, lo cual estaba expresamente prohibido hasta hace unos pocos años, pero en la actualidad la gestión pública se sujeta al principio de “le meto nomás”, lo cual evidentemente agiliza las cosas, pero, al mismo tiempo, genera la posibilidad de ciertos costos extras en beneficio de los que toman las decisiones.

El problema de relaciones un tanto irregulares entre personas, tiene varios antecedentes en la política internacional. Veamos algunos de ellos:

El caso Kennedy. El 5 de agosto de 1962 el mundo se despertó sin su símbolo sexual, Marilyn Monroe, que se había “suicidado”.

Su deceso se cubrió de un halo de misterio. Fue encontrada sin vida por su criada, tendida sobre la cama, con el teléfono descolgado, en su casa el 5 de agosto de 1962 a las 3 y media de la madrugada, a la edad de 36 años. El informe policial calificó el suceso como probable suicidio, si bien se ha barajado otras posibilidades, incluida la del asesinato.

Muchas conjeturas de asesinato han apuntado a la familia Kennedy y a J. Edgar Hoover. El objetivo de esta conspiración era encubrir la secreta y larga aventura amorosa de la Monroe con el entonces presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy, y luego con su hermano, el procurador general Robert F. Kennedy; ella sabía demasiado, había que eliminarla.

El caso Berlusconi. El diario La Repubblica asegura que Berlusconi, al que no se investigó por este caso, celebró en sus residencias de Roma y Cerdeña diversas fiestas con una treintena de mujeres reclutadas por Gianpaolo Tarantini, un empresario del sur de Italia investigado por un delito de estafa.

Las escuchas llevadas a cabo durante la investigación a Tarantini condujeron a un escándalo político relacionado con las fiestas de Berlusconi, después de la publicación de algunas fotos de las fiestas en las que algunos huéspedes salían desnudos.

Del relato de algunas chicas que participaron en las fiestas se deduce que la decisión de no controlar a los participantes en la entrada o dentro de las residencias llegó del entorno del primer ministro.

El caso Hollande. Los periódicos de la época comentaban la eventual existencia de un romance entre el presidente de Francia, François Hollande, y una actriz, lo cual sería un asunto privado del jefe del Estado, según opinaba la mayoría de franceses consultados en un sondeo publicado en esa oportunidad.

En 2007, cuando éste anunció su separación de su esposa Cécilia, un 89% estimó que el presidente tenía derecho a una vida privada. El sondeo fue publicado sobre una muestra de 1.025 personas después de conocerse que la revista del corazón “Closer” publicó fotografías que supuestamente confirman una relación entre Hollande y la actriz Julie Gayet.

En el caso boliviano, lo lamentable es que las relaciones privadas parecerían estar vinculadas al hecho del ascenso vertiginoso de una joven profesional que se asocia a los contratos del Estado con la empresa china. Su rápida detención y encarcelamiento, sensiblemente, parecen no haber seguido los procedimientos que establece la ley, lo cual a su vez determina la sospecha de que se la quiere callar. La atención pública seguramente estará atenta a lo que suceda en un futuro próximo.