Plan de ejercicios en familia

Cuando la calidad de una familia se ve disminuida y nuestra inteligencia profunda nos avisa que las cosas no son ni están como deberían ser ni como deberían estar, un baño de ideas frescas y fortificantes, podrían darnos la fe, la esperanza y los recursos necesarios, para que dicha familia se vigorice, se reorganice y cada uno de sus miembros tome conciencia del verdadero rol que deben jugar.

En cada progenitor se esconde una bendita inteligencia, una maravillosa intuición que le avisa y le muestra que si en tiempo presente no se hace nada para corregir el rumbo que lleva la familia, el futuro podría ser de pobreza, de desdicha y de un sufrimiento interminable y eso es precisamente lo que no queremos, lo que queremos evitar y, por supuesto, se puede corregir y se pueden tomar grandes decisiones en el ahora, que es el tiempo oportuno para decidir y para hacer todo lo que sea necesario y todo lo que haga falta hacer.

Existe una resistencia natural en los hijos de escuchar y aceptar la sabiduría de los padres y eso pasa y sucede en la mayoría de los hogares; sin embargo, si se hiciera un plan para practicar juntos los ejercicios para escribir pensamientos positivos, los efectos negativos disminuirían.

Se puede hacer un plan para que toda la familia en una hora determinada escriba el mismo pensamiento creador y podríamos comenzar con los siguientes: “Estoy aprendiendo a apreciar a mi familia”; “Cada día me siento mejor en presencia de mi familia”; “He decidido triunfar

en los estudios”; “He decidido aprender a tratar a mis papás con mucha inteligencia y con verdadero amor”.(Todos deben escribir diez veces cada afirmación) Cuando se aprende compartiendo la experiencia del aprendizaje en estado de paz y soltura mental, las malas actitudes de los hijos respecto a los padres se van disolviendo, pues descubren que no habían sido tan malos como ellos habían supuesto.

Al compartir experiencias de vida, las personas van sacando conclusiones más amorosas y las actitudes respecto a sí mismas, van modificándose, permitiendo a las personas participantes, aprender a ver con los ojos del amor a los demás miembros de la familia y adquirir y descubrir la idea de autoestima y conocer y reconocer a fondo la ley natural del poder de la autoestima personal.

Esta ley dice que todo lo que sentimos por nosotros, los demás lo sentirán de manera automática e inconsciente; si uno no se quiere mucho, los demás no lo querrán mucho, si uno no se valora, los demás no lo valorarán, sobre todo la pareja.

Como podrá darse cuenta nuestro apreciado lector o nuestra querida lectora, la ley o principio de autoestima es un conocimiento digno de conocerse y de aprender, pues determina el éxito o el fracaso de un matrimonio, de la adquisición de una profesión o de cualquier meta que una persona quiera conseguir en la vida.

La autoestima que se logre conseguir en una familia a través de un ejercicio de Inteligencia Emocional, podría marcar la diferencia entre tener una vida familiar inarmoniosa, conflictiva y desagradable y una vida familiar con paz, con aprecio sincero y con una unidad interna y profunda del corazón.

Pensamiento: “La negatividad separa y debilita a las persona y a los grupos; la positividad unifica en el amor, en el entendimiento y en el triunfo familiar”.

Pensamiento de reflexión: “Las mentiras siempre provocan autodestrucción”.