Consumidores, sus héroes, defensores y oligopolios globales

¿Qué ocurrió con el jabón “Patria” y otros más que eran fabricados en pequeñas industrias artesanales? y ¿qué pasó con las bateas planas de latón que usaban las lavanderas en arroyos de aguas cristalinas de acuíferos? Éstos por su excesiva explotación han colapsado, desapareciendo perpetuamente en la ciudad y el valle, con otras industrias rústicas nacionales y extranjeras.

Durante las pasadas décadas la voraz globalización ha diezmado a pequeñas y grandes industrias y no necesariamente en beneficio del consumidor global, porque los humanos tienen gran atracción por la acumulación de poder y control accionario y de mercados, lo cual desde el siglo antepasado constituye el germen para el desarrollo de cuasi-monopolios y oligopolios que en algunos casos carecen de nacionalidad o patria.

A las lavanderas, bateas de latón y acuíferos les fue tan mal como a grandes industrias extranjeras como la US Steel, Bethlehem Steel y otras ubicadas en Indiana, a orillas del lago Michigan, donde no anochecía porque sus fundiciones con altos hornos se las veía desde Chicago en la otra orilla del lago, en lo que hoy se bautiza como el Cinturón Oxidado, antes conocido como el Corazón o Cinturón Industrial. A Detroit no le fue mejor con el declive de sus “4 Grandes” empresas automotrices: GM, Ford, Chrysler y AM. Con productos de calidad decreciente y cuestionadas por sus consumidores, lo cual fue aprovechado por las industrias de Japón como Toyota, Honda, Suzuki y otras, para penetrar y casi dominar el mercado americano y global.

El tema siempre fue y será el poder de mercado “Market Power”, que en esta era de la globalización tiene alcances internacionales gigantescos que son difíciles de regular y supervisar a niveles nacionales, al margen de las leyes de protección nacional de distintos países, éstos con décadas de experiencia tienen organizaciones profesionales para defensa del consumidor y son los verdaderos defensores de sus consumidores. Entre estos tenemos al Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Estados Unidos y otros, incluyendo a los nuevos miembros como Colombia, México, Argentina, Chile, Panamá y Bolivia con la Ley 453 de diciembre de 2013, con Decreto Supremo 2.130. No obstante el verdadero defensor del consumidor mundial tiene que ser una nueva agencia multinacional global, la cual no existe y en consecuencia el consumidor mundial carece de protección global y en países pequeños y pobres se halla aún más expuesto y desprotegido, porque estos pequeños estados carecen del mínimo de recursos y experiencia técnica para defender a sus consumidores.

Como ejemplo, dos empresas industriales masivas se ponen de acuerdo para dominar un mercado continental, pueden a mediano y largo plazo operar como carteles oligopólicos entrelazados, determinando la calidad del producto y pueden oscilar sus precios en centavos entre distintos territorios para desequilibrar a existentes competidores locales medianos, grandes y pequeños. Operaciones discriminatorias de este tipo pueden pasar desapercibidas, pero atentan contra el libre mercado y el consumidor.

Los verdaderos héroes defensores del consumidor son muy pocos, que inicialmente eran ambientalistas ecológicos. Empezando con Paul R. Ehrlich, preocupado por el impacto del incremento de la población global, con su libro “The Population Bomb” a fines de los años sesenta. Entre otros tenemos a Ralph Nader, brillante activista y abogado, que se opuso al poder de las grandes corporaciones, en defensa de los derechos del consumidor, del medio ambiente y la democracia. Conocido por su valiente enfrentamiento con la industria automotriz con su estudio denominado “Inseguro a Cualquier Velocidad” de 1965, denunciando que muchos automóviles americanos y especialmente los de la General Motors (como el Chevrolet Corvair), eran fundamentalmente inseguros y defectuosos. La GM fracasó tratando de desacreditarlo públicamente con detectives privados y fue demandada por invasión de su intimidad, forzándola a disculparse públicamente. Posteriormente Nader uso parte de los US$ 284.000 en apoyo a los derechos del consumidor.

Otro paradigma heroico fue Rachel Carson, que en 1962 publicó su obra “Silent Spring” ante la oposición oficialista y de la industria, fue denunciada de comunista, pero su liderazgo triunfó denunciando sobre los devastadores efectos al medio ambiente por el uso de pesticidas como el DDT.

Las recientes noticias sobre la muerte inexplicable y desaparición de hasta el 75% de las poblaciones de abejas de colmenares mayores de granjas de apicultores en Norte América debía ser el toque de alarma de la naturaleza o anuncio de “el fin del principio” del balance ecológico mundial, especialmente para la juventud de Pokemon, que tiene que tomar una responsabilidad profunda sobre sus futuras acciones, ante la desaparición de glaciares, agua, campos de cultivo históricos, quema de bosques, hambre, pobreza creciente y otros más.

El autor es ex Presidente Banco Central de Bolivia,

Experto internacional en marketing industrial.