El fenómeno de la despersonalización

Usted está viendo un programa de televisión… y el conductor o la conductora del programa tiene un rostro serio, utiliza un lenguaje periodístico apropiado y se expresa con formalidad… de repente cambia el tono de su voz, empieza a leer un texto publicitario y se transforma en un vendedor o en una vendedora… y uno se pregunta: ¿qué pasó?

Este es el fenómeno de la “despersonalización” de los comunicadores. Es una tendencia que vino (obviamente) de Argentina, y como acá copiamos todo lo que se hace allá… se instaló en las radios y canales de televisión nacionales.

Quizá a muchos presentadores de programas les parezca “cool” salir de la formalidad y pasar a la frivolidad, sin embargo se exponen a perder la compostura y extraviar su personalidad.

La audiencia percibe como “poco serio” a un presentador que hace la “doble labor” de comunicador y vendedor, o periodista y vendedor.

Para que la estrella de un programa no se despersonalice, es mejor que tenga la compañía de “una voz comercial” (otro presentador, aunque sea en off) u otro conductor que anuncie los comerciales para que el presentador titular no “arriesgue” su personalidad.

La audiencia construye una imagen de los hombres y mujeres de radio/televisión. Esta personalidad mediática se construye con las 3 “Cs”: capacidad, conocimiento y credibilidad.

Díganme: ¿Qué credibilidad puede tener un comunicador que ahora está hablando de un tema serio y en seguida está vendiendo algún producto con frivolidad?

Es una tendencia que muchos siguen (lamentablemente), pero los buenos comunicadores son aquellos que “no siguen tendencias… las crean”.

(*) Director de Xperticia, empresa de asesoramiento y capacitación en Comunicación.

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