El ferrocarril Ramal de Corocoro

En la segunda década del Siglo XX, el ferrocarril Ramal de Corocoro movilizó gran cantidad de pasajeros, mercancías locales o extranjeras y aportó con la generación de utilidades para el fisco nacional. Esta ferrovía de 8 Km fue construida por el gobierno liberal de Ismael Montes antes de los años 1912 y 1913, para vincular el centro minero de Corocoro con el ferrocarril Internacional de Arica - La Paz, con salida al Pacífico.

Según informes y periódicos de la época este ferrocarril de propiedad del Estado boliviano fue establecido en Corocoro, gracias a la política ferroviaria y la insistencia de las autoridades locales hacia el Ministerio de Gobierno, ya que su instalación beneficiaría al sector estatal, empresarial, comercial y también a la población en general. Con este objetivo se construyó la mencionada ferrovía y después fue utilizada en la actividad comercial.

En este contexto ferroviario, se pretende conocer la dinámica comercial y su rentabilidad económica para el Estado, tomando en cuenta los primeros años de la explotación. Esta ferrovía ramal empezó a prestar servicio desde noviembre de 1913, cuando por primera vez ingresó una locomotora encadenada de sus coches a la estación central de Corocoro, causando emoción y admiración en pobladores locales, ya que ellos nunca vieron un sistema mecánico de ruedas de esa naturaleza. Entonces, la presencia de un sistema moderno en Corocoro no solo resolvió el problema de costos de la exportación, sino también vinculó con ciudades, puertos y mercados internacionales.

El ramal empezó a funcionar desde fines de 1913 a noviembre de 1914, movilizando las siguientes cantidades de personas y cargas: 3.636 pasajeros y 10.292 toneladas de carga, llegando a un total de 13.920 toneladas. En promedio mensual se tendría 303 pasajeros y 857 ton de carga (compuestas de barrillas de cobre, materiales de construcción, minerales no concentrados, mercaderías y otros), lográndose un ingreso total de Bs. 34.206.05, que aún no cubría los gastos realizados por el ramal, porque éste ascendió a Bs. 36.026.60, quedándose así con un pequeño déficit de Bs. 1.820.55. Pero esta falta de dinero fue atendida en poco tiempo, ya que en ese entonces el ferrocarril indicado no podía generar más utilidades porque estaba en un proceso de preparación y de erogación por varios gastos, por ejemplo para salarios de empleados, conservación de la vía, maestranzas (para el arreglo del material rodante), construcción de casas para operarios alojados en carpas, y gastos para compra de carbón y pago de alquiler del material rodante.

Éstos dos últimos aspectos fueron solucionados mediante contratos provisorios con el ferrocarril Arica - La Paz, el cual también debía proveer ambos materiales al ramal por un valor total de Bs. 11. 145, que aún no estaba pagado. En todo caso, el ferrocarril Arica-La Paz fue el único acreedor del ramal.

Para 1915, el movimiento de pasajeros y cargas iba aumentando fuertemente debido a que se incorporó nuevas locomotoras, equipamientos y por la demanda internacional del cobre. Por ello en este mismo año se movilizó 5.840 pasajeros y 19.772.50 toneladas de mercaderías, acumulando una entrada liquida de Bs.47.067. Vale aclarar que todo este monto recogido no ingresó al Tesoro Nacional, sino una parte importante se destinó a salarios, mantención de locomotoras, conservación de vía, etc. Con este incremento comercial continuo simultáneamente, en 1916 el ingreso captado por el ramal de Corocoro ascendió a Bs. 49.839.35, lo cual significó que el movimiento comercial y pasajero seguía en aumento.

Esta tendencia creciente del volumen de exportación e importación se mantuvo hasta 1918, pero a partir de 1919 el progreso comercial decayó gradualmente, debido a que los precios internacionales del cobre bajaron en el mercado externo, como resultado de la suspensión de la I Guerra Mundial. Esta situación repercutió en la industria minera de Corocoro, el tráfico comercial y la dinámica económica regional (afectando al productor de papa, chalona, tejido, insumos, etc.).

Concluyo destacando que el ferrocarril ramal generó utilidades, exportó barrillas y minerales de cobre, así como de regreso trajo mercaderías de toda clase (utensilios domésticos, alimenticios, bienes de capital etc.). También prestó servicios de transporte de personas, insumos de carbón vegetal y taquia hacia las ciudades de Corocoro, Viacha y La Paz.