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El desierto de Perú deja en la cuneta a los favoritos

El cuarto día del Dakar se deshizo del británico Sunderland, además relegó al francés Despres que no tiene chance de ganar .


El coche de Loeb en carrera, abajo el ganador en quads, ayer.

El desierto de Perú sigue dejando en la cuneta, fuera de concurso, a varios de los grandes favoritos para ganar el Dakar 2018, en cuya cuarta etapa abandonó el británico Sam Sunderland (KTM), vigente campeón en motos, y dejó sin opciones de triunfo al francés Cyril Despres (Peugeot). El cuarto día de rally, con una etapa de 330 kilómetros cronometrados con punto de partida y salida en la ciudad de San Juan de Marcona, prometía ser la más exigente de los cinco días de carrera por el desierto peruano y el resultado estuvo a la altura de las expectativas. La salida conjunta, con motos en líneas a quince, y coches de cuatro en cuatro, fue solo un espejismo de lo que les deparaba el caluroso día, con cien kilómetros consecutivos de dunas, uno de los tramos sobre arena más largos que ha abordado el Dakar en toda su historia, lo que evaporó las esperanzas de victoria para Sunderland y Despres.

El británico y el francés se suman a otras ilustres y tempranas bajas registradas en las dunas peruanas, como las del español Joan ‘Nani’ Roma (Mini) y la del estadounidense Bryce Menzies (Mini).

Sunderland, que lideraba el rally en motos, se dejó cualquier opción de revalidar el título en un accidente padecido en el último sector de la etapa y, con un traumatismo lumbar, tuvo que ser evacuado de emergencia por un helicóptero. El mayor beneficiado de la desgracia de Sunderland es el francés Adrien Van Beveren (Yamaha) que le arrebata al inglés el liderato del rally tras ser el vencedor de la etapa de hoy. Al acecho del francés están el chileno Pablo Quintanilla (Husqvarna) y el argentino Kevin Benavides (Honda), que hoy celebró su cumpleaños con un séptimo puesto en la etapa que le permite intentar mañana recuperarle tiempo a Van Beveren, quien deberá partir primero y abrir ruta. El abandono del británico también le viene de perlas al español Joan Barreda (Honda), que hoy pudo recuperar parte del tiempo perdido en la jornada previa, aunque admitió que su muñeca, resentida de una lesión, le sigue dando problemas y no le permite pilotar al cien por cien de sus capacidades.

El piloto castellonense lamentó el retiro de Sunderland, pues quería batirlo en competición a pesar de que le aventajaba en más de 22 minutos, y apuntó que si hace una buena quinta etapa, saldrá del desierto de Perú con opciones de ganar el Dakar.

En coches la historia fue similar, pues Despres, que marchaba en el segundo lugar la general, se quedó varado en mitad del desierto al chocar con una piedra que destrozó la rueda y todavía sigue en ese punto esperando asistencia, por lo que si no llega a tiempo, también dirá adiós al rally.

También tuvo serios problemas el qatarí Nasser Al-Attiyah (Toyota), que aparentaba ser el único vehículo capaz de plantarle cara a los Peugeot, pero pinchó dos ruedas y se quedó sin repuesto para continuar a buen ritmo, por lo que perdió casi una hora.

Entre tanto infortunio sobre un terreno tan complicado y exigente en navegación, resulta paradójico que el vencedor de la etapa fuera el francés Sébastien Loeb (Peugeot), un piloto especialista en el mundial de rallys, nada acostumbrado a pilotar fuera de pista y sobre desierto.

“Hemos visto a Cyril parado, lo cual nos ha desestabilizado un poco, y después a Nasser también encallado en las dunas, pero nosotros hemos seguido a lo nuestro”, comentó Loeb al llegar al campamento.

Muy cerca de Loeb, a solo 1 minuto y 35 segundos, quedó Carlos Sainz (Peugeot), que encadena otra etapa con buenos tiempos y escala hasta la tercera posición de la general.

Sainz comentó que ha sido la etapa más dura de las cuatro que se han corrido hasta ahora en este Dakar, con una “mezcla de dunas muy blandas, rotas y con caídas muy peligrosas”.

El madrileño consideró que el balance del día “es bueno” porque está más cerca del francés Stéphane Peterhansel (Peugeot), líder del rally, y además subió hasta la tercera posición de la clasificación general.

LOEB IMPUSO SU CLASE PARA GANAR LA CUARTA

El francés Sébastien Loeb (Peugeot) se impuso ayer, en coches, en la cuarta etapa del Dakar, la más exigente de las cinco que se corren sobre el desierto de Perú, seguido del español Carlos Sainz (Peugeot), que terminó a un minuto y 35 segundos de su compañero de equipo.

En tercer lugar quedó el francés Stéphane Peterhansel (Peugeot), a 3 minutos y 16 segundos de su compatriota, lo que le permite conservar la primera plaza de la clasificación general del rally.

Tanto el catarí Nasser Al-Attiyah (Toyota) como el francés Cyril Despres (Peugeot) tuvieron problemas durante la etapa y el primero entró a más de 54 minutos de Loeb, mientras que el segundo todavía no ha cruzado la meta, por lo que se disipan sus opciones de ganar el rally.

El argentino Lucio Álvarez (Toyota) terminó la etapa en la sexta posición, a más de 41 minutos del tiempo marcado por el ganador del día.

La cuarta etapa de este Dakar, que tuvo como punto de partida y llegada la ciudad peruana de San Juan de Marcona, fue la más exigente de las cinco que se corren sobre el desierto peruano, con un tramo de hasta 100 kilómetros consecutivos de dunas, uno de los más largos en toda la historia del Dakar.

Tras un tramo de enlace de 114 kilómetros, los coches partieron de manera conjunta, en filas de a cuatro, desde una playa a orillas del océano Pacífico, y abordaron una especial cronometrada de 330 kilómetros.

EFE

 
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