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[Floren Sanabria]

EL DIARIO de ayer y de hoy


El Decano de la Prensa Nacional cumple un año más de vida al servicio de la nación boliviana, fundado el 5 de abril de 1904 por don José Carrasco, no solo periodista, también jurisconsulto, cuyos libros siguen siendo consultados por catedráticos y estudiosos. Político y legislador, llegó a la vicepresidencia de la república en el régimen liberal del que fue su prominente líder.

En este nuevo aniversario es grato recordar los primeros tiempos de este matutino que inició sus labores utilizando técnicas gráficas desconocidas en el país a principios de siglo. Cambió sistemas ya obsoletos de impresión y composición tipográfica, no se conocía aún el sistema offset, al traer a La Paz la primera linotipo y una enorme prensa “Marinoni” que resultaba productiva para ediciones solo de cuatro páginas, muy reducidas para un público lector poco acostumbrado a leer y adquirir hojas impresas, quizás porque los periódicos hasta entonces, no llamaban la atención general.

EL DIARIO comenzaba así una nueva etapa distinta, ágil, novedosa y seria. Poco a poco, dada la calidad de su edición y el personal que trabajaba en esta casa periodística fue acrecentando el número de sus lectores. Y cuando incorporó a sus servicios las noticias internacionales mediante las agencias “Hava” y “Reuter”, su calidad ya pudo ser calificada de óptima. De esta manera, primero con la dirección de su fundador, doctor Carrasco, que expresaba: “La prensa hace luz en las tinieblas y todo cuanto existe de progreso en el mundo se debe a su inagotable labor”. Luego bajo el mando de literatos cuyo prestigio ha vencido al tiempo, como Casto Rojas, Franz Tamayo, Benigno Lara, Fabián Vaca Chávez, Luis Espinoza y Saravia, David Alvéstegui y otros de reconocido prestigio, se constituye en un periódico que no solo informaba con eficiencia, sino que dirigía la opinión pública nacional y satisfacía plenamente sus requerimientos y necesidades.

Cuántas cosas podría decirse de este órgano de prensa, insobornable, cuya límpida trayectoria resulta inseparable de la historia del periodismo boliviano, que desde lejanos tiempos de su fundación ha tenido una línea bien definida que podría calificarse de institucional, si bien en varias ocasiones se puso al frente de algunos gobernantes, orientándolos, criticando sus acciones, censurando determinadas posiciones, combatiendo leal y legalmente. Su línea, por supuesto, ha sido rígida con gobiernos dictatoriales, antidemocráticos, como aquel de línea izquierdista que quiso cambiar en el Legislativo los retratos de Bolívar y Sucre por los de Lenin, Marx y Castro, que se apoderó de EL DIARIO el 7 de octubre de 1970 y la familia Carrasco sufrió en carne propia atropellos. Fue devuelto a sus propietarios el 1 de septiembre de 1971 por otro gobierno militar de facto, Hugo Banzer y los “periodistas”, como las ratas cuando el barco se hunde, huyeron.

Los diversos abusos que ha sufrido, por terrorismo, bombas, destrozos de los vitrales de su fachada, intimidaciones, no han podido enmudecer su labor en defensa de la libertad y la justicia. Y en tiempos actuales también se quiso acallar su voz quitándole el avisaje publicitario del Estado, como se hizo con canales de TV cuyos periodistas fueron echados a la calle y otros medios de prensa independientes que fueron afectados en su economía. Pero con el empeño y sacrificio de sus directivos, que supieron afrontar obstáculos, mezquindades, este matutino salió adelante.

EL DIARIO, tribuna del pensamiento nacional, ingresa a un nuevo periodo con el recuerdo del que fuera su director, don Jorge Carrasco Villalobos, patricio paceño, fundador del Comité Cívico Pro La Paz, hoy convertido en tienda política masista. Igualmente de su distinguida compañera de trabajo, doña Elena Jahnsen, de gran sensibilidad social. Su hijo Jorge Carrasco Jahnsen también fue director. Actualmente el prestigioso matutino es dirigido por sus descendientes Antonio y Jorge Carrasco Guzmán, acompañados de un cuerpo selecto de periodistas, personal administrativo y de talleres.

Y como escritor, historiador y periodista, me satisface continuar escribiendo en este prestigioso órgano de prensa que me abrió sus páginas desde 1971, junto a ilustres figuras desaparecidas, de la talla de Fernando Diez de Medina, Rodolfo Salamanca, Arturo Vilela, Federico Nielsen Reyes y una pléyade de reconocidos hombres de letras. En esta magna fecha hagamos votos para que el Decano de la Prensa Nacional siga con su infatigable labor independiente, inquebrantable en su lucha por la defensa de la nación, la ley y la democracia al servicio de los postulados nacionales y con el emblema nacional en alto. EL DIARIO es paladín de la bolivianidad y ejemplo de insobornable consecuencia periodística, es como el acero, “se rompe pero no se dobla”.

 
Revistas

Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender
la libertad y la justicia.
Reinició sus ediciones el primero de septiembre de 1971.

EL DIARIO
Decano de la Prensa Nacional
Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa y la Asociación Nacional de Prensa.

Dirección:

Antonio Carrasco Guzmán
Presidente del Consejo de Administración

Jorge Carrasco Guzmán
Gerente General

Rodrigo Ticona Espinoza
Jefe de Redacción

"La prensa hace luz en las tinieblas
y todo cuanto existe de progreso en el mundo
se debe a su inagotable labor"...

JOSÉ CARRASCO


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